La dirección del grupo anunció este cierre el martes por la mañana a los 1.254 empleados de las plantas afectadas.
“Es el colapso de la actividad lo que ha provocado esta situación y quiero decirles a todos estos empleados que no dejaremos a nadie atrás”, declaró el director de Michelin, Florent Menegaux, en una entrevista a la AFP.
El cierre se ha vuelto “inevitable” debido a la competencia asiática en los neumáticos para furgonetas y vehículos pesados, los sectores de las dos fábricas, pero también al “deterioro de la competitividad europea”, indicó la dirección del grupo francés en un comunicado.
En un contexto de crisis para los fabricantes de equipos de automoción, el grupo apuesta por “apoyar a cada uno de los empleados interesados con soluciones a medida”, con ofertas de trabajo en otras empresas o en el grupo, o incluso con jubilaciones anticipadas.
El sindicato del grupo, preocupado por el futuro de estas plantas, interrumpió las conversaciones con la dirección.
La gran fábrica de Cholet (Maine y Loira) emplea a 955 personas que fabrican principalmente neumáticos pequeños para camiones ligeros (de 17 pulgadas o menos).
Caída continua de los volúmenes
Este segmento de mercado “ha experimentado un importante descenso” en Europa en los últimos años, “con una drástica reducción de los volúmenes de producción (…) sin perspectivas de recuperación”, explica Michelin.
La planta de Vannes (Morbihan) cuenta con 299 empleados que producen principalmente cables metálicos para neumáticos fabricados entonces en España e Italia en particular.
La fábrica bretona ha experimentado una disminución continua de sus volúmenes de producción “debido en particular a la evolución del nivel de demanda de las fábricas pesadas del grupo en Europa (…) sin perspectivas de recuperación”, subraya Michelin.
La sede de Tours (Indre y Loira), cuyo destino también preocupa a los sindicatos, se salvó.
El grupo “también apoyará a los dos territorios afectados participando en la creación de al menos tantos puestos de trabajo como los eliminados”, prometió.
En el futuro inmediato, Michelin detendrá la producción en ambas plantas hasta el 13 de noviembre para “permitir a la dirección y a las organizaciones sindicales ofrecer debates colectivos e individuales a los empleados”.
El grupo está atravesando un año difícil con la desaceleración del mercado de vehículos nuevos. Michelin ya había cerrado su sede de La-Roche-sur-Yon (Vendée) en 2020 y prepara el cierre de dos fábricas en Alemania de aquí a 2025.