La confianza del consumidor, que había alcanzado un mínimo histórico, marcó un repunte espectacular, volviendo a su media de los últimos veinte años.
Las inversiones en energía verde han crecido rápidamente en los últimos cinco años. Los países desarrollados representan el 50% de estas inversiones a nivel global y China el 35%, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicados el 16 de octubre de 2024 en su “World Energy Outlook 2024”. China destaca por una proporción significativa de estas inversiones en proporción al peso de su economía en la economía mundial, particularmente reportado per cápita.
Nuestro análisis
Las inversiones en energía verde por parte de China están ganando cada vez más peso en su economía. Ahora controla la mayor parte de la cadena de valor de las energías renovables, desde el refinado de metales hasta la fabricación de componentes pasando por el almacenamiento de la energía producida, y por tanto exporta masivamente. Se espera que esta dinámica continúe en los próximos años, ya que el presidente chino ha prometido que su país alcanzará el pico de emisiones de CO2 para 2030.
El informe de la AIE también destaca que la proporción de inversiones en el campo de las energías verdes sigue siendo baja en los países emergentes fuera de China, a pesar del aumento de su demanda energética. Los precios de las energías limpias siguen siendo demasiado altos y los incentivos para su financiación demasiado limitados. La contribución de los países desarrollados al crecimiento global bajo en carbono será uno de los principales desafíos de la COP29.
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