De Dyson conocimos especialmente las aspiradoras y sus particularidades. El de no estar dado es uno de ellos. La de tener un diseño único, reconocible entre todos, es otra. El fabricante británico ha dado un pequeño paso adelante en las últimas semanas al presentar, en Suiza y en otros países, un nuevo modelo, el WashG1. Este último tiene la especificidad de no ser un aspirador, sino un limpiasuelos hidratante.
Por tanto, el dispositivo está diseñado para lavar superficies duras en el hogar. Mejor que una panosse y su cubo, eso es evidente. Después de algunas semanas de pruebas, esto es lo que podemos decir al respecto.
El WashG1 funciona con batería. Se recarga nada más colocarlo sobre su base conectado a la red eléctrica. Tiene una base formada por cuatro pinceles. Dos están en contacto directo con el suelo y otros dos están diseñados para separar los residuos que puedan haberse quedado adheridos a los rodillos y garantizar que se vierten en el recipiente extraíble correspondiente. Su autonomía es muy buena, nunca nos pilló desprevenidos.
Capacidad de un litro
Esta base se humidifica mediante un depósito que nos hemos encargado de llenar con agua del grifo (capacidad de un litro aproximadamente) y una red de tuberías. El agua que no acaba en el suelo se recoge y se vierte al depósito de aguas sucias. Como en una especie de circuito cerrado. Una vez pasado el cepillo, el suelo aparece limpio, esperándose que un ligero velo de humedad restante se evapore rápidamente. Observamos que no nos molestó en absoluto un suelo demasiado húmedo que tardaría demasiado en secarse.
En la parte superior del mango se encuentra la estación de control, que cuenta con una pequeña pantalla circular y tres botones. Uno para encender o apagar, otro para seleccionar la intensidad de humidificación, un último de uso variable según lo que muestre la pantalla.
Básicamente, llenamos el tanque, llevamos todo al lugar deseado, seleccionamos la intensidad de humidificación (una, dos o tres), lanzamos el bousin, imprimimos el movimiento de ida y vuelta necesario y admiramos el trabajo. Los suelos moderadamente sucios quedan inmediatamente impecables, los que tienen marcas más rebeldes requieren más pasadas y, en ocasiones, pulsar el botón “turbo” que intensifica temporalmente la inyección de agua. Los residuos sólidos se recogen y caen al receptáculo. Este último se puede extraer fácilmente para vaciarlo y limpiarlo con agua del grifo cuando queramos. Sencillo, flexible, fácil.
Durante el primer uso, nos encargamos de poner la interfaz en francés. También nos hemos tomado la molestia de instalar en nuestro smartphone la aplicación MyDyson, que ofrece muchas cosas, como registro del dispositivo, instrucciones de uso, consejos de mantenimiento, etc.
Además del contenedor de residuos, los cepillos se pueden quitar fácilmente y, por tanto, limpiar. Pueden ser reemplazados por otros nuevos que deben comprarse en la tienda (en línea o de otro modo) después de más de 24 horas de uso acumulado.
Observamos que cada vez que la escoba vuelve a su base se inicia un procedimiento de autolimpieza de los cepillos. Sin embargo, esto no nos ahorra la tarea de vaciar el pequeño recipiente de sus residuos y los dos depósitos de agua.
Durante el uso, notamos que WashG1 zumba levemente, pero sin que los oídos sufran realmente. La forma en que se inyecta y luego se recupera el agua es fascinante. Podemos suponer que se realizó mucho trabajo de ingeniería para lograr esta simplicidad y eficiencia sin necesariamente poner mucho esfuerzo en ello. También vemos que el uso de G1 realmente no tiene sentido en superficies pequeñas. El objeto está más bien diseñado para espacios grandes, como se muestra en los vídeos de demostración. Cogerlo cuando, por ejemplo, sólo tienes que limpiar una cocina pequeña sería un desperdicio.
Operamos el WashG1 sin agregar detergente al tanque de agua. Simplemente porque no sentimos la necesidad. Esto es posible, indica el fabricante, siempre que el producto no sea demasiado espumoso.
Las cuestiones restantes se refieren a la fiabilidad a largo plazo de la red hidráulica y la durabilidad de los cepillos giratorios de microfibra. Por ahora, estamos lejos de haber llevado la máquina al límite en el tiempo. Nuestro sentimiento sigue siendo muy positivo en esta etapa.
Un precio alrededor de 700 francos.
En definitiva, se trata de un producto inteligentemente diseñado para viviendas equipadas principalmente con suelos duros (catelles o parquets). Las casas especialmente equipadas con alfombras o moquetas pueden prescindir de ellas.
Su precio, que ronda los 700 francos, no nos sorprende dada la costumbre de la marca de cuidar tanto la vista como las funcionalidades.