Para brillar en su examen oral, el residente de Zurich contrató una suscripción paga a la versión 4 de ChatGPT. Esto era necesario para poder alimentar a la inteligencia artificial con los textos originales de los libros que debía leer, así como con reseñas literarias de estas obras, en forma de archivos PDF. El estudiante insiste: si el usuario no le dice que debe ceñirse únicamente a estas fuentes, el robot “alucina”. Produce un discurso que parece creíble pero que a veces contiene errores graves.
“Lo prefiero a Wikipedia”
Luego, el estudiante creó un chatbot para cada uno de los libros que debería haber estudiado. Una vez informados del contexto, su papel y sus objetivos, sirvieron como socios para abordar los capítulos más importantes de estos textos. Muy orgulloso de su decisión, el residente de Zurich afirma que este entrenamiento interactivo le permitió no sólo ahorrar tiempo, sino también dominar lo esencial del famoso Fausto de Goethe, sin molestarse en detalles innecesarios.
Jürg Widrig, profesor de alemán en la escuela cantonal de Romanshorn y experto en inteligencia artificial en el Digital Learning Hub de Zúrich, considera que este método es legítimo: “Siempre y cuando los estudiantes no confíen ciegamente en el robot, sino que sean críticos y le digan exactamente lo que debe hacer y qué fuentes debería utilizar es aceptable. Lo prefiero a Wikipedia”.
El sabor de la impostura
Otro profesor de alemán del cantón de Zúrich, citado de forma anónima, lamenta que los candidatos de matrícula puedan parecer competentes en el momento del examen mientras trabajan con robots en lugar de con los propios libros. Suspira: “Definitivamente me han engañado antes”.
El estudiante se preparó de la misma manera para sus demás exámenes y obtuvo excelentes resultados en todas las ramas. Considera que este proceso de aprendizaje no es muy diferente al que realizan algunos de sus compañeros con los resúmenes. Por otro lado, admite haber sentido el desagradable sabor de la impostura: “Cuando tuve mi certificado en mis manos, no tuve realmente la impresión de haber tenido éxito”.
