En Internet se puede apostar sobre los resultados de una elección. Las respectivas calificaciones obtenidas por los dos protagonistas, Trump y Harris, se consideran entonces previsiones fiables, incluso más precisas que las encuestas realizadas por encuestadores profesionales. Esta creencia en la confiabilidad de los pronósticos de los mercados se basa en la confianza en la “sabiduría de las multitudes”, una idea bastante contraintuitiva cuando se trata de votar por Trump, pero sigamos adelante…
La hipótesis de la sabiduría de las multitudes, desarrollada por James Surowiecki, supone que si se pide a un gran número de personas que hagan predicciones, su intuición acumulativa da una predicción precisa de lo que sucederá. Esto es cierto en los mercados de predicción, donde la gente es paciente porque no quiere perder dinero haciendo una predicción que sabe que es inexacta.
Por lo tanto, todo esto depende de la “sabiduría colectiva” de los apostadores que, aparentemente, están mejor informados que los propios votantes. De hecho, se supone que estos mercados detectan los más mínimos altibajos en las noticias políticas más rápidamente que las encuestas. El New York Times también ha dedicado un artículo fascinante a estos mercados de predicción, que hoy representan cerca de dos mil millones de dólares apostados sólo en las elecciones presidenciales americanas. Dos mil millones de dólares es “mucho dinero”.
Entonces, ¿qué pasa? Como explica el NYT, a Trump se le da como ganador una probabilidad de victoria del 55 al 56%, mientras que Harris tiene entre el 44 y el 45%. Eso es muy diferente de las encuestas, que muestran una carrera más reñida, con un 49% para Harris y un 47% para Trump.
Sí, pero aquí está: estos son mercados de predicción, mientras que las encuestas interrogan a la gente de forma gratuita, si me atrevo a decirlo, y eso marca la diferencia. También se han observado movimientos extraños: las posibilidades de Trump en los mercados de pronóstico han aumentado, impulsado por Elon Musk, que anima a la gente a “comprar Trump”. Supuestamente un buen consejo, porque nadie puede negar la capacidad de este hombre para ganar dinero. De ahí la posibilidad de que esta victoria de Trump que vaticinan los mercados sea una burbuja que acabe en colapso.
