«La inflación ha alcanzado el X%»: una frase recurrente en las noticias económicas. ¿Pero qué esconde realmente? Detrás de esta cifra hay un indicador determinante, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que sigue las variaciones de los precios de los bienes y servicios de consumo cotidiano. Y es la Alta Comisión de Planificación (HCP) la responsable de su cálculo, mediante una metodología rigurosa basada en la recogida periódica de precios en varias ciudades de Marruecos.
Base para el cálculo de la inflación, el IPC tiene, según el HCP, el objetivo de “medir el cambio relativo entre dos períodos en los precios minoristas, proporcionar una medida promedio de la inflación para toda la economía, desarrollar y evaluar la política monetaria y fiscal, las políticas comerciales y el tipo de cambio, analizar la situación económica y actualizar las diferentes series económicas y agregados“. Incluye dos grandes grupos de bienes y servicios: productos alimenticios y productos no alimenticios.
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Reformada en 2020, se actualizó la base de cálculo del IPC, pasando a ser 2017 el año de referencia. Esta es la quinta revisión del indicador desde la independencia, con varias áreas de reforma en juego. En primer lugar, la cobertura geográfica se ha ampliado para incluir 18 ciudades que representan todas las regiones del Reino, frente a las 17 ciudades de la versión anterior. Errachidia completa una lista que incluye Casablanca, Agadir, Fez, Kenitra, Marrakech, Oujda, Rabat, Tetuán, Meknes, Tánger, El Aaiún, Alhucemas, Settat, Béni Mellal, Safi, Guelmim y Dajla. El objetivo es garantizar una mejor representación de la dinámica económica regional.
Luego, se actualizó y enriqueció la canasta de referencia, incrementándose a 546 artículos y 1.391 variedades, frente a los 478 artículos y 1.067 variedades anteriores. Estos productos se clasifican en 12 divisiones y 41 grupos. Según el HCP, la elección de los productos seleccionados se realizó en función de su importancia en el gasto total del hogar obtenida a partir de datos detallados.
Otra novedad: también se han revisado las ponderaciones de los distintos productos, a partir de los últimos datos relativos a las estructuras de consumo, para reflejar mejor la evolución del gasto de los hogares.
¿Qué pasa con la frecuencia del seguimiento de precios?
La encuesta de precios se realiza periódicamente por investigadores que realizan entrevistas directas a los responsables de los puntos de venta, siguiendo un horario preestablecido y en momentos concretos del día. Estas entrevistas respetan escrupulosamente las descripciones detalladas de los productos observados.
La frecuencia de observación varía según la naturaleza de los productos y su importancia en los hábitos de consumo. Así, para los productos alimenticios frescos, las lecturas se realizan semanalmente. Para productos alimenticios no frescos, bebidas alcohólicas, prendas de vestir, servicios relacionados con la vivienda (gas, agua, electricidad), muebles y otros artículos del hogar, así como servicios en los sectores de salud, transporte, comunicaciones, ocio, educación, restauración y hotelería. , las observaciones se realizan mensualmente.
Por lo tanto, es un mecanismo bien engrasado, esencial para captar las tendencias económicas y garantizar la estabilidad financiera frente a una inflación en constante cambio.
