El sindicato de trabajadores portuarios de los principales puertos de la costa este de Estados Unidos, que comenzó a retirarse a primera hora del martes tras el fracaso de las negociaciones de último momento, dijo que estaba dispuesto a “luchar tanto tiempo como sea necesario”.
“Estamos dispuestos a permanecer en huelga el tiempo que sea necesario para obtener los salarios y la protección que nuestros miembros merecen”, advirtió el jefe del sindicato ILA, Harold Daggett, al frente de unos 85.000 trabajadores portuarios estadounidenses.
Los estibadores abandonaron sus trabajos después de que fracasara otra ronda de negociaciones de último minuto entre su sindicato y la Alianza Marítima que comenzó en mayo.
Unas horas más tarde, Joe Biden pidió a las dos partes que llevaran a cabo negociaciones “rápidas y justas”, según la Casa Blanca, para resolver una huelga con consecuencias económicas potencialmente muy importantes, a cinco semanas de las elecciones presidenciales estadounidenses.
Movilización sin precedentes desde hace medio siglo
El sindicato ILA precisó que “todos los puertos entre Maine (noreste) y Texas (sur) estaban paralizados”, la primera gran huelga en la costa estadounidense en 50 años.
Las conversaciones con la Alianza Marítima de Estados Unidos, que representa a los empresarios de 36 puertos repartidos entre Maine y Texas, en el Golfo de México y en Florida (sureste), “están en un punto muerto”, según la ILA.
El sindicato ILA planeaba hacer huelga tan pronto como expirara el acuerdo laboral de seis años a las 23:59 del lunes (03:59 GMT del martes) en los puertos de la costa este y el Golfo de México.
El contrato social expirado afecta a 25.000 miembros, que trabajan en las terminales de catorce grandes puertos (Boston, Nueva York, Filadelfia, Baltimore, Savannah, Miami, Tampa e incluso Houston).
Impacto limitado en el transporte de hidrocarburos
El transporte de hidrocarburos y productos agrícolas, o incluso los cruceros, deberían verse afectados muy ligeramente o en absoluto.
Según el Anderson Economic Group (AEG), se espera que la primera semana de la huelga cueste 2.100 millones de dólares, incluidos 1.500 millones de dólares en bienes perdidos (como productos perecederos).
Se espera que los fabricantes de automóviles se vean afectados por la huelga, ya que los puertos de Baltimore y Georgia servirán como punto de entrada para repuestos y punto de salida para vehículos.
afp/miro
