Publicado el 30 de septiembre de 2024 a las 05:03.
Se trata de una estadística que se utiliza a menudo en la industria farmacéutica, ya sea para justificar el precio de los medicamentos o las sumas invertidas en investigación y desarrollo: nueve de cada diez moléculas fracasan durante los ensayos clínicos. Desde hace unos diez años, la inteligencia artificial (IA) ha dado esperanzas de reducir los costes de desarrollo de tratamientos innovadores y los tiempos de desarrollo, en beneficio de los pacientes y de la industria. Una esperanza renovada aún más por el surgimiento de la llamada IA generativa. Pero estas herramientas aún tienen que demostrar su valor.
De hecho, han comenzado los ensayos clínicos de candidatos a fármacos identificados mediante IA, pero por el momento ninguno de estos tratamientos ha llegado al mercado. Incluso hay una serie de fracasos que han dejado huella en el sector. En abril de 2023, la empresa británica Benevolent AI anunció que su candidato BEN-2293 destinado a tratar la dermatitis atópica (eczema) había fracasado en la fase IIa, realizada para evaluar la tolerancia al tratamiento. Si se cumplía este criterio, según el comunicado de la empresa, no parecía ser más eficaz que el placebo.
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