Primera prueba de rigor

Primera prueba de rigor
Primera
      prueba
      de
      rigor
- -

Las bajas laborales se están yendo de las manos. Recuperar el control no será tarea fácil. Una prueba a gran escala de la capacidad del ejecutivo para encontrar 110.000 millones de euros de ahorro en los próximos años.

Desde principios de semana, el director de la Caja Nacional de Seguros de Salud, Thomas Fatôme, ha estado en todos los puestos de mando para dar la voz de alarma sobre el aumento de las bajas por enfermedad. Sólo en el primer trimestre, las dietas aumentaron un 8,5%. Si no se hace nada, la factura debería alcanzar los 17.000 millones de euros a finales de año.

Diecisiete mil millones no es nada. Es el equivalente a una buena reforma de las pensiones (se supone que la última aportará unos quince mil millones). Hace diez años, eran diez mil millones.

>>>>

Editorial de Raphaël Legendre: Seguros de salud: ¿una Francia reformable? – 11/09

Por supuesto, hay razones objetivas para el aumento del gasto: la población envejece, los salarios aumentan y, por lo tanto, también las asignaciones diarias. Pero casi la mitad de la factura (42%) proviene del aumento de las reclamaciones. Cada vez más empleados piden bajas por enfermedad y se ausentan del trabajo durante más tiempo.

Así pues, en un momento en el que tendremos que encontrar 110.000 millones de euros en ahorros en los próximos cuatro a siete años, algo que sólo se puede conseguir mediante una profunda revisión de un modelo social que está perdiendo fuelle, esta es una primera prueba a gran escala de nuestra capacidad de reforma. ¿Qué debemos hacer, entonces?

Hay varias palancas para limitar la factura. Aquí es donde la cosa se pone interesante.

Lo menos doloroso y lo menos costoso es hacer prevención en el trabajo. No cuesta nada y puede reportar algo de dinero. No lo duden, tenemos que acelerar este primer punto.

Reforzar los controles

En tal caso, será inevitable que aumente la presión para reducir los costes. Hay entonces dos opciones: o se apunta a los pacientes o se apunta a los médicos. ¿Y por qué ambas?

Centrarse en los pacientes significa reducir el coste de la asistencia. Es políticamente doloroso, pero muy eficaz. Limitar las asignaciones al 90% del salario permitiría, por ejemplo, ahorrar 900 millones de euros en la función pública.

También se puede hacer lo que el CNAM siempre ha sido reacio a hacer: más controles. Entre 30.000 y 40.000 asegurados que llevan más de 18 meses sin trabajar serán contactados en los próximos meses. El gobierno lleva dos años exigiéndolo.

Y luego también se puede examinar con un poco más de seriedad las prácticas de los 7.000 médicos hiperreceptores, conocidas por todos, tanto por la administración como por las empresas, algunas de las cuales las han identificado muy bien. Será necesario entonces enfrentarse a los sindicatos médicos, que no dudarán en dar un paso al frente a la primera sanción.

En este punto, el debate servirá para poner a prueba la capacidad de reforma del país, que necesitará un ejecutivo fuerte. No hace falta decir que será muy difícil lograrlo antes de 2027, pero es esencial si queremos preservar un modelo viable, porque, por desgracia, no existe un seguro de salud para los seguros de salud.

-

PREV H&M venderá ropa de segunda mano… de todas las marcas
NEXT Agnès Jaoui, en busca de la infancia perdida – Mi Blog