Esta tarde se produjo una terrible tragedia en la calle Terlindenweg, en Asse. Dos hombres estaban trabajando en la renovación de una casa cuando un hundimiento del terreno los arrastró. Estaban trabajando en una zanja de unos 3,5 metros de profundidad cuando, por causas que aún se desconocen, los muros se derrumbaron.
Según información de Nieuwsblad, se trata del propietario de la casa, propietario de una empresa constructora, y de un miembro de su familia.
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Los servicios de emergencia llegaron rápidamente en gran número, pero tardaron mucho en llegar a las víctimas. Una de ellas murió en el acto. La otra sufrió heridas leves, pero estuvo atrapada durante una hora y media.
Como las circunstancias parecían bastante claras, la fiscalía decidió no abrir una investigación más profunda.