un grupo de 17 personas no se presentó en su restaurante, “incluso habíamos comprado productos veganos especialmente para ellos…”

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Ante una inasistencia de 20 personas, Paul Knott salvó su servicio de almuerzo, en Charneux, gracias a la solidaridad de los clientes: “En dos horas recogimos 16 cubiertos”

Momento estresante, domingo por la mañana, en Fines Gueules, en Charneux, cuando nos dimos cuenta de que una reserva para 20 personas para el mediodía no se había podido realizar. Afortunadamente, el bistró gourmet pudo contar con clientes fieles.


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Por Florine Berger

Publicado el 02/06/2024 a las 12:51

El bistro gourmet Les Fines Gueules de Charneux no tiene por costumbre tratar con clientes fantasmas. Sin embargo, el pasado domingo fue víctima de lo que llamamos una “no presentación” de veinte personas. Es decir, la mesa estaba reservada y no se presentó nadie. “A nosotros no nos pasa mucho. Pero tengo un colega al que esto le pasa muy a menudo. Se ha convertido en un auténtico fenómeno…”, se lamenta Paul Knott, el director.

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Sobre todo, es una verdadera pérdida para los restauradores. “No son dos personas las que no vienen. Tenemos una capacidad de 60 asientos, por lo que es claramente una brecha, un déficit enorme. Estamos planificando bienes y personal en consecuencia…”

Silencio de radio

Incluso para mesas grandes como estas, Paul Knott no pide depósito. Así que cuando este cliente llamó para hacer una reserva, tomó nota y no se preocupó. Hasta que quiso volver a llamarle, el día antes del gran día, para pedirle que agrupara los pedidos, para ponérselo más fácil a la cocina. Pero no recibió respuesta en todo el día.

Pablo Knott
Paul Knott – J.D.

“Empecé a preocuparme. Lo intenté nuevamente al día siguiente, pero la persona había apagado su teléfono. Pensé que tal vez el caballero tenía un problema, pero cuando mi esposa lo llamó a su propio teléfono, contestó. Se disculpó profusamente y alegó un malentendido. »

Completamente reservado nuevamente en dos horas.

El domingo a las diez de la mañana, publicó un mensaje en Facebook para indicar que había veinte plazas disponibles. “En sólo dos horas reunimos 16 cubiertos”, se alegra.

Clientes que quedaron encantados con su cena. “Incluso vino una señora que es blogger de restaurantes de la región. Estaba un poco estresada porque era el primer fin de semana de nuestro nuevo menú de febrero. ¡Pero a ella le encantó! Compartí su opinión en nuestra página para agradecerle. »

En cuanto a la posibilidad de pedir un depósito en el futuro, no quiere llegar a eso. “No somos un restaurante gourmet. A veces la gente viene en el último momento a comer una bola de masa frita. Pero este año me tomaré la libertad de volver a llamar o enviar un correo electrónico a todos. Todo el mundo puede tener un obstáculo. O para San Valentín, por ejemplo, un cliente quizá reserve en dos establecimientos antes de dejar elegir a su mujer, eso no es problema, es cuestión de avisar”, concluye el restaurador.

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