Para el guitarrista de Mastodon, Bill Kelliher, la portada icónica del álbum homónimo de Metallica, conocido como Álbum negroes un auténtico fracaso visual, aunque considera este disco una obra maestra musical. Durante una entrevista con La ruptura con Nath y JohnnyKelliher ha expresado su afición por las portadas de álbumes, explicando que, para él, son una parte integral de la experiencia musical.
La importancia de las portadas de los discos
En una época en la que la música se escuchaba principalmente en formato físico, la portada desempeñaba un papel vital para atraer fans a un álbum, creando una inmersión visual que capturaba la esencia de la música. Para Kelliher, que creció comprando álbumes de vinilo, la portada de un álbum debería anunciar lo que el oyente iba a encontrar allí, especialmente en los géneros Rock y Metal.
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Una crítica directa a Álbum negro
Aunque Kelliher creció escuchando a Metallica y reconoce la calidad del álbum lanzado en 1991, sigue perplejo por la falta de una portada más ilustrada. Según él, la elección de tener sólo una portada negra con una serpiente apenas visible no hace justicia a la intensa música que se esconde en su interior: “The Black Album es un gran disco para mí; Crecí con Metallica, pero ¿esta portada? Increíble álbum, pésima portada. Es simplemente negro”.
Para Kelliher, esta falta de expresión visual es sorprendente, especialmente para un álbum tan icónico.
Un enfoque artístico asumido por Metallica
Sin embargo, esta elección minimalista de la portada no fue sólo una coincidencia para Metallica. Lars Ulrich explica en el documental Un año y medio en la vida de Metallica que la banda quería alejarse de la exuberancia del glam metal de los 80, inspirándose en el estilo sobrio del álbum ¡Hola! del statu quo. Esta portada negra, rompiendo con las tendencias de la época, pretendía afirmar una identidad más cruda y minimalista para el grupo.
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