Una camarera que mató a un cliente ebrio de un puñetazo fuera de un bar de striptease evitará su estancia tras las rejas, acaba de dictaminar un juez.
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Ariane Desgroseillers-Lafrance provocó la muerte de Pierre Landry en junio de 2022. Fue al aparcamiento al final de su turno en el bar de striptease Le Vegas, en Longueuil.
Allí también se encontraba la víctima, Pierre Landry. En estado de ebriedad, el hombre de 70 años tuvo que apoyarse en los vehículos para mantener el equilibrio.
Aunque ya estaba en su auto lista para partir, salió unos segundos después para unirse a él. Luego le dio un puñetazo en la cara.
Fue la herida causada por la caída lo que le resultó fatal.
Los dos no se conocían y no tuvieron interacción durante la noche.
No en defensa propia
En el juicio, la acusada alegó defensa propia. Sin embargo, el juez del Tribunal Superior Daniel Royer no creyó que ella entonces se sintiera amenazada o que el hombre se hubiera precipitado hacia ella.
FOTO TOMADA DEL SITIO WEB DEL GRUPO LESIEUR ET FRÈRE
Pese a todo, impuso una de las penas más indulgentes para este tipo de delitos.
Ariane Desgroseillers-Lafrance fue condenada a dos años menos por día en la comodidad de su hogar.
La Corona había sugerido una pena de prisión de cuatro años por este acto, que calificó de “gratuito”.
Pero el juez no está de acuerdo con este calificativo.
Según él, aunque Pierre Landry no provocó el altercado, sí fue “un intruso” en la propiedad del acusado.
El hecho ocurrió muy rápidamente, en menos de 9 segundos, lo que hace pensar que no tuvo tiempo de “sopesar las consecuencias” de este abuso de fuerza, concluyó el juez.
Menor
Y el imputado ignoraba que la víctima se encontraba entonces en un estado vulnerable debido a su fuerte intoxicación, añadió.
Dijo que la mujer era más pequeña que la víctima, un hombre imponente que parecía mucho más joven que su edad.
La magistrada tampoco tuvo en cuenta su historial como narcotraficante, habiendo cruzado, en 2017, la frontera con 182 kilos de cocaína en un coche.
Foto de archivo
Ni el hecho de que apenas unos meses después de provocar la muerte del señor Landry, Desgroseillers-Lafrance fuera nuevamente acusado de agredir a otra persona, saliendo también de un bar.
Por el contrario, según el juez, desde este hecho la mujer ha tomado el control de sí misma. Dejó la escena de los bares y ahora está sobria.
El juez incluso calificó su carrera de “notable”.
La mujer de 34 años deberá respetar numerosas condiciones.
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