Si hablamos mucho de Corea, de su industria Kpop y de sus éxitos internacionales, sabemos mucho menos de que el país también es un campeón de los combustibles fósiles, y en particular del carbón. Otra industria, con mucho menos brillo, que todavía aporta más del 40% de la energía del país (mientras las energías renovables suponen menos del 7%).
Tanto es así que sus habitantes ocupan el segundo puesto mundial en emisiones de gases de efecto invernadero, con 3 toneladas de CO2 por habitante al año, o 3 veces la media mundial.
Por tanto, Corea es adicta al carbón. En una nación que ha ascendido al noveno exportador del mundo, el gran discurso ecológico no puede rivalizar con la maquinaria industrial de los chaebols, estos conglomerados en el corazón del aparato de poder. Durante décadas, la consigna ha sido producir, y seguir produciendo, trabajando hasta 62 horas semanales. Incluso si eso significa tener una tasa de suicidio significativa y una caída dramática en la tasa de natalidad.
Y aquí es donde la formidable máquina de conquista que es el K-pop vino a traer sueños: un verdadero “soft power” apoyado y promovido por los poderes públicos, esta industria ha contribuido a levantar la imagen del país que se había hundido con los asiáticos. crisis de 1997. En 2022, el K-pop facturó 30 millones de euros sólo en Francia, para un mercado global estimado en más de 5 mil millones de euros.
Y debemos reconocer que, detrás de la imagen de variedad comercializada para promocionar productos derivados entre las adolescentes, donde algunos sólo ven una fuente de estupidez, también encontramos personas en pleno despertar militante. Con un lema: “No más K-pop en un planeta muerto”, ¡no más K-pop en un planeta muerto!
Es el de los activistas del grupo Kpop4planet, que aprenden política en el trabajo. Y que se comprometen, encadenando los objetivos a su mesa de caza.
Después de obligar a las grandes empresas productoras de artistas de Kpop a adaptar su modelo de negocio para contaminar menos, también presionaron al gigante del automóvil Hyundai y a las grandes marcas de moda.
Encuentro con coreanos que intentan detener la máquina antes de que sea demasiado tarde. ¿Y quiénes atacan ahora las centrales eléctricas de carbón?
Informe: Giv Anquetil
Directora: María Pasquet
Edición: Karen Dehais
Traducción: Kim Dayé
Programación musical:
⁃ Banda de Acacia Sogyumo – “Tto Dol Abogo”
⁃ BTS – “Dinamita”
⁃ BTS-“Mantequilla”
⁃ Aespa – “Picante”
⁃ Choi Beck Ho – “Acerca del romance”
⁃ Kiha y las caras – “Eso es justo lo que piensas”