Robert Eggers es un gran cineasta en ciernes, de eso no hay duda. Es el único, junto con Ari Aster, que revoluciona el cine de terror rechazando las instalaciones escandalosas y sangrientas de las producciones de Blumhouse, y haciéndose eco cada vez de un folclore muy específico, anclado en el imaginario colectivo: la brujasu primera película estrenada en 2015, recordaba los cuentos populares protestantes y las creencias coercitivas (puritanas) del siglo XVII.mi Siglo americano. El farocuatro años después, evocaba las leyendas de los marineros varados en el mar y, a través de un relato metafórico sobre la locura, celebraba la luz del faro como única garantía de regreso a tierra firme (la razón).
Después de lo muy decepcionante El hombre del norteEn 2022, una historia de aventuras vikingas impregnada de imaginación escandinava, Robert Eggers regresa al terror, su género favorito, para rendir un hermoso homenaje al famoso Nosferatu que lo habría marcado durante su infancia.
Reanudación de una adaptación ilegal
Cabe señalar que la película de Friedrich Wilhelm Murnau, realizada en 1922, formó parte del movimiento del cine expresionista alemán, al igual que El gabinete del doctor Caligari o M el Malditoy adaptada libremente, sin tener los derechos, la novela Drácula del irlandés Bram Stoker. El guionista Henrik Galeen simplemente cambió los nombres de los personajes (Drácula, en particular, convirtiéndose en Nosferatu) y las principales localizaciones de la trama (luego nos mudamos de Inglaterra a Alemania). Enojada, la viuda del escritor, Florence Balcombe, emprendió acciones legales por plagio contra el estudio Prana y ganó su caso en 1925. Arruinados, los productores se comprometieron a destruir el negativo de la película y todas sus copias; pero afortunadamente se conservaron varios… Resultado: Nosferatu sigue siendo hoy uno de los largometrajes más famosos del cine de terror, se estudió en la universidad y muchos cineastas todavía se refieren a él con regularidad.
Grandes ambiciones
Para su nueva versión, Robert Eggers, consciente de que la crítica lo esperaba, hizo todo lo posible y optó por abrazar plenamente la estética expresionista de los años 20: algunas tomas son sencillamente magníficas. Trabajó junto con el guionista rumano, Florin Lăzărescu, para ayudarlo a reconstruir fielmente la Transilvania del siglo XIX.mi siglo y confió el papel del vampiro al talentoso Bill Skarsgård (conocido por el papel de Pennywise, el payaso asesino en la última adaptación de Eso). Quienes se sometieron a seis horas de maquillaje protésico por día de rodaje. En última instancia, físicamente más cerca del voivoda Vlad III el Empalador –la inspiración de Drácula– que del Nosferatu Original, nuestro vampiro bigotudo impresiona tanto por su constitución como por su mirada incandescente.
Una declaración valiente para nuestros tiempos.
Pero la mejor idea de Robert Eggers, que en general se mantiene fiel al guión de Murnau, es sin duda haber convertido al personaje de Ellen en la heroína de la historia. Vinculada telepáticamente a la criatura, a la que inconscientemente parece estar llamando, la joven, interpretada por Lily-Rose Depp, se ve invadida por un sentimiento ambivalente hacia ella: una profunda repulsión y un siniestro deseo erótico. Lo suficiente como para hacer gritar a las neofeministas, que no dejarán de señalar el estereotipo de la mujer frágil atraída por los chicos malos. Cornudo por el espíritu, su marido Thomas (Nicholas Hoult) acabará engañado por la carne; Precio a pagar para extinguir el deseo de una vez por todas, reduciendo así a la nada el poder de fascinación del vampiro y su poder fatal y mefítico.
Personajes secundarios locos
Abrazando plenamente su herencia expresionista, la historia coquetea a menudo con lo grotesco y el cineasta se complace en hacernos sonreír con sus personajes secundarios, cada uno más trastornado que el otro: el excelso profesor Von Franz (Willem Dafoe, que colabora aquí por tercera vez). con Robert Eggers) y, sobre todo, el broker satanista Knock (Simon McBurney), celoso sirviente del vampiro, al que vemos hundirse de alegría en el ¡demencia!
A pesar de algunas extensiones, esta nueva versión de Nosferatueminentemente respetuoso del original, resulta ser un auténtico éxito que no podemos recomendar lo suficiente a los fans del género.
4 estrellas de 5
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