Los precios del café nunca han sido más altos en medio siglo. Entre una inflación galopante y las amenazas climáticas, descubra el lado oscuro de un mercado en alta tensión que afecta tanto a los fanáticos del pequeño negro como a los gigantes…
Amantes del café, ¡agarrad vuestras tazas! Los precios de su bebida favorita han alcanzado niveles récord, no vistos en casi medio siglo. Tanto el Arábica como el Robusta, los precios se están disparando en los mercados mundiales, superando fácilmente los 7.000 dólares por tonelada para el primero y acercándose a los 5.000 dólares para el segundo. Una situación que presiona a todo el sector, desde los productores hasta los consumidores. Entonces, ¿qué explica este espectacular aumento? Una mirada detrás de escena de un mercado bullicioso.
El efecto cóctel explosivo: clima, cosechas y especulación
Varios factores se combinan para impulsar los precios del café a nuevas alturas. En primer lugar, el calentamiento global y sus consecuencias nocivas para las cosechas. Sequías, heladas, huracanes… Los peligros climáticos extremos están aumentando en las principales regiones productoras como Brasil o Colombia, provocando importantes pérdidas y escasez de suministro.
Corolario de esta escasez, La especulación se desboca en los mercados.. Los fondos de inversión y los comerciantes apuestan por la subida, impulsando artificialmente los precios. Un juego peligroso que acentúa la volatilidad de los precios y debilita aún más a los pequeños productores.
Los grandes grupos agroindustriales mueven los hilos y se llenan los bolsillos de las espaldas de los plantadores que trabajan duro para obtener ingresos miserables.
Un analista del mercado del café bajo condición de anonimato
¿Hacia una escasez de café?
Ante la presión sobre los precios, algunos ya pronostican una escasez en el mediano plazo. Con costos de producción cada vez mayores y una rentabilidad cada vez menor, muchos productores de café podrían verse tentados a abandonar este cultivo que se ha vuelto peligroso.
Una hipótesis creíble según algunos expertos que señalan los límites de un modelo productivista que está perdiendo fuerza. Para ellos solo uno profunda revisión del sectorcon mejores remuneraciones para los productores y prácticas más sostenibles, podrán frenar la crisis prevista.
El enigma de los tostadores
En este contexto tormentoso, los tostadores están en primera línea. Atrapados entre el aumento de los precios y la presión de los consumidores, los fabricantes de café están haciendo un peligroso acto de equilibrio para preservar sus márgenes sin provocar que los precios en los estantes se disparen.
Por el momento, gigantes como Nestlé o Lavazza aprietan los dientes recortando sus beneficios. Pero si el aumento continúa, el coste adicional habrá que repercutirlo a las etiquetas. Suficiente para impulsar las ventas en un mercado ya maduro. No se puede descartar el espectro de un escenario como el de Cafés Legal, marca legendaria recientemente liquidada.
¿Cambiar nuestros hábitos de consumo?
Por lo tanto, quizás sea del lado del consumidor donde debamos buscar soluciones. Favorecer la calidad sobre la cantidad, optar por cafés certificados de comercio justo, apoyar a los pequeños tostadores comprometidos en sectores responsables… Tantas maneras de conciliar el placer y la ética sin arruinarse.
Un cambio de mentalidad que ya está en marcha entre una proporción cada vez mayor de aficionados ilustrados. Pero esto tendrá que acelerarse y generalizarse para realmente pesar frente a los gigantes de la industria. Porque, al final, son nuestras elecciones de consumo las que determinarán el futuro del café. Meditar el mañana frente a nuestro café de la mañana…
El café, ¿el gran perdedor del futuro por el calentamiento global?
Más allá de las cuestiones económicas inmediatas, la crisis actual revela sobre todo la vulnerabilidad del sector cafetalero ante el gran desafío del calentamiento global. Con un título más, son El 50% de la tierra cultivable podría desaparecer en 2050 según las proyecciones más alarmistas.
Un escenario de desastre que requeriría un replanteamiento fundamental de la geografía y los métodos de producción del café. La carrera hacia las tierras altas ya está en marcha, desde las estribaciones andinas hasta las tierras altas de Etiopía. Una carrera precipitada que sólo puede ser temporal sin un desafío global al modelo.
El café es el canario en la mina del cambio climático. Su capacidad de adaptación será decisiva para la supervivencia de todo el sector.
Un experto en desarrollo sostenible en el sector cafetalero
Agroforestería, permacultura, variedades más resistentes… Existen alternativas para construir un futuro sostenible para el café. Todavía necesitamos una voluntad colectiva, desde los productores hasta los consumidores, incluidos los fabricantes, para desencadenar el cambio. Un vasto proyecto que va mucho más allá de la mera emisión de un café expreso a 2 euros.
Todo el ecosistema cafetalero, con sus millones de empleos y frágiles equilibrios sociales, se enfrenta al momento de la verdad. La inflación galopante de los últimos meses ha tenido el mérito de revelar las enormes deficiencias de un sector que se encuentra en una encrucijada. Corresponde a los actores del sector aprovechar esta señal de alarma para acelerar la transición. Nuestra taza de la mañana depende de ello. ¡Piénsalo mañana mientras disfrutas de tu negrito!