El “progreso” en las negociaciones sobre los rehenes en Gaza genera esperanzas de un acuerdo, según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Pero el camino hacia la paz sigue plagado de obstáculos en esta región inestable…
En el corazón del conflicto palestino-israelí, un rayo de esperanza parece atravesar las nubes oscuras que se ciernen sobre la Franja de Gaza desde el devastador ataque de Hamás en octubre de 2023. Durante una intervención en el Parlamento israelí este lunes, el primer ministro Benjamín Netanyahu habló, con cautela, de “progresos” en las negociaciones para la liberación de los rehenes aún en manos de grupos palestinos.
Estos acontecimientos se producen en un contexto de tensiones intensificadas e intensos esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego duradero. Desde el secuestro sin precedentes de 251 personas por parte de Hamas hace varios meses, 96 de las cuales permanecen cautivas, Israel ha seguido buscando soluciones para traer a sus ciudadanos a casa.
Un camino plagado de obstáculos hacia la paz
A pesar de estos signos alentadores, Benjamín Netanyahu se mantiene mesurado en sus comentarios, consciente de la fragilidad de la situación. Las negociaciones con las facciones palestinas, en particular Hamás y la Jihad Islámica, están resultando complejas y plagadas de obstáculos.
Entre los principales puntos de fricción se encuentran la duración del alto el fuego, la retirada de las tropas israelíes de zonas estratégicas como el corredor de Filadelfia en la frontera con Egipto y la espinosa cuestión de la gobernanza de Gaza tras el conflicto. Cada parte avanza cuidadosamente sus peones en este tablero geopolítico inflamable.
La amenaza hutí en la frontera
Mientras Israel lucha por resolver la crisis de los rehenes, surge una nueva amenaza a sus puertas. Los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán y parte del “eje de resistencia” hostil al Estado judío, lanzaron un misil balístico contra Tel Aviv este fin de semana, hiriendo levemente a 16 personas.
Ante este ataque, Benjamín Netanyahu alzó la voz advirtiendo que cualquier agresión contra Israel sería seguida de una respuesta firme y decidida. El primer ministro ordenó al ejército atacar la infraestructura hutí, subrayando que quienes ataquen a su país pagarán un alto precio.
La diplomacia como arma para cambiar la situación
Más allá de la respuesta militar, Israel también apuesta por la diplomacia para remodelar el panorama geopolítico regional. Benjamín Netanyahu reafirmó su deseo de firmar nuevos acuerdos de paz con los países árabes, a raíz de los “Acuerdos de Abraham” negociados en 2020 por la administración Trump.
Para el líder israelí, estos estados moderados ven cada vez más a Israel como un aliado potencial y una potencia estabilizadora. Tiene la intención de aprovechar esta oportunidad para ampliar el círculo de paz y transformar profundamente la dinámica en Medio Oriente, con el apoyo de Estados Unidos.
Asegurar las fronteras, una prioridad absoluta
Otro importante desafío de seguridad para Israel: la situación caótica en la vecina Siria, donde el presidente Bashar al-Assad fue derrocado en diciembre por una coalición rebelde que incluía a islamistas radicales. Temiendo que grupos terroristas se establecieran a sus puertas, el ejército israelí rápidamente desplegó tropas en una zona de amortiguamiento en los Altos del Golán, una acción considerada una violación de los acuerdos de 1974 con Siria.
En este contexto volátil, Israel debe navegar con delicadeza entre los imperativos de seguridad y la búsqueda de la paz. La liberación de los rehenes de Gaza es una máxima prioridad, pero forma parte de una compleja red de cuestiones regionales que requieren un enfoque integral e informado.
Cada paso adelante, incluso modesto, trae esperanza a las familias de los cautivos y a todos aquellos que aspiran al fin de la violencia. Pero el camino todavía es largo y está plagado de obstáculos. Se necesitará toda la habilidad diplomática y la determinación de Israel y la comunidad internacional para transformar este frágil progreso en una paz duradera en este polvorín de Medio Oriente.