El software espía en el centro del escándalo
Pegasus es un nombre que solemos asociar con prácticas cuestionables cuando leemos la prensa de los últimos años. Este software espía ultrapoderoso ha permitido a sus usuarios (a menudo gobiernos) monitorear a periodistas, activistas e incluso diplomáticos. En 2019, WhatsApp presentó una denuncia acusando a NSO de haber utilizado una vulnerabilidad en su aplicación para instalar Pegasus en dispositivos específicos, sin que los usuarios se dieran cuenta.
Según las investigaciones, NSO no sólo proporcionó la herramienta: la empresa habría supervisado directamente la instalación y la recopilación de datos, contradiciendo su defensa habitual. NSO siempre afirma que sus herramientas se utilizan para investigaciones legítimas sobre casos de terrorismo o delitos, pero los tribunales no han quedado convencidos.
Una decisión que podría cambiarlo todo
La jueza Phyllis Hamilton del tribunal federal de California emitió un veredicto que bien podría sentar un precedente. Concluyó que NSO había violado varias leyes de ciberseguridad estadounidenses, en particular la Ley de Abuso y Fraude Informático (CFAA). La empresa también es culpable de violar los términos de servicio de WhatsApp.
Para WhatsApp, esta victoria es simbólica. Will Cathcart, el administrador de la aplicación, dijo: Esta decisión demuestra que las empresas de software espía no pueden esconderse detrás de la inmunidad ni eludir la responsabilidad.
Sanciones por falta de cooperación
Durante el juicio, NSO se mostró reticente. La empresa no ha proporcionado el código fuente completo de Pegasus, a pesar de una petición explícita del tribunal.
En Francia, el software espía Pegasus ha suscitado bastante controversia. En 2021, las investigaciones revelaron que figuras francesas, incluidos periodistas, abogados y miembros del gobierno, se encontraban entre los objetivos potenciales. En particular, los iPhone del presidente Emmanuel Macron y del ex primer ministro Édouard Philippe, que fueron identificados en una lista de objetivos potenciales seleccionados por un servicio de seguridad estatal marroquí utilizando Pegasus.
Estas revelaciones provocaron tensiones diplomáticas entre Francia y Marruecos, y París exigió explicaciones a Rabat. Marruecos negó estas acusaciones y presentó acciones por difamación contra los medios y organizaciones que las formularon. Continuará sobre este punto.
Qué cambia esto para el futuro
En cualquier caso, este veredicto en Estados Unidos podría hacer reflexionar a otras empresas especializadas en software espía. Si los tribunales comienzan a responsabilizar a los fabricantes por los abusos cometidos con sus herramientas, esto podría frenar el abuso. A menos que las sanciones impuestas no sean suficientes para rentabilizar esta actividad, lo cual es muy posible.