Algunas cifras bastan para ilustrar los dolores de crecimiento que ha sufrido el Mini Countryman. La primera generación medía 4,10 m, la segunda 4,29 m, y esta última obra se alarga otros 14 cm, hasta alcanzar los 4,43 m. Ha crecido tanto que deja espacio para el nuevo Aceman, que con 4,07 m equivale finalmente al primer Countryman…
Por lo tanto, con sus dimensiones bastante más pequeñas en comparación con el Mini, se encuentra compitiendo con el BMW.
Su estilo también se vuelve más virilizado de generación en generación. Y esta tercera generación es más cúbica que nunca, como para demostrar que el Countryman es un auténtico SUV. Las ópticas también son más geométricas, alejándose de los códigos Mini del pasado… En cualquier caso, esto no penaliza el coeficiente de penetración de aire (Cx), que se sitúa en 0,26.
En el habitáculo, sin embargo, encontramos un ambiente típicamente Mini, con la instrumentación central circular, desplegada en todos los nuevos modelos, de 24 cm de diámetro, y que utiliza el sistema operativo Mini 9, fluido y ergonómico, personalizable y conectado.
La calidad del acabado es bastante correcta y la marca utiliza un nuevo revestimiento de tela para el salpicadero que resulta agradable a la vista, pero con un tacto ligeramente rugoso.
Las plazas traseras son correctas en cuanto a espacio para las rodillas mientras que el volumen del maletero aprovecha al máximo el aumento de tamaño. La capacidad es de 460 litros con la banca montada, y de 1.450 litros con la banca bajada, esta última también deslizante 13 cm.
Mecánicamente, el Countryman ofrece ambos propulsores de combustión, cuya potencia varía desde los 170 caballos del 1.5 de tres cilindros, hasta los 300 caballos de la última versión JCW (John Cooper Works) de cuatro cilindros.
Pero sobre todo ofrece, y es en esto en lo que Mini insiste (y las presentó incluso antes que las térmicas), versiones 100% eléctricas.
En primer lugar está el “E”, con 204 CV y 250 Nm, capaz de recorrer 462 km en trayectos mixtos. Luego está la versión ALL4 4WD SE, que empuja el control deslizante de potencia hasta 313 CV (494 Nm de par), lo que empieza a causar. La autonomía es, por tanto, de 433 km.
Las dos versiones comparten la misma batería con una capacidad de 64,7 kWh. Se recarga con hasta 22 kW de potencia en corriente alterna en terminales públicos, y alcanza hasta 130 kW en corriente continua en terminales rápidos.
El momento celestial: aire, aire
Tanto en los stands de Mini como en los de BMW, durante los días de prensa, la afluencia de público era más que numerosa. Hay que decir que ambas marcas han presentado muchas novedades. La Neue Klasse en BMW y las nuevas versiones John Cooper Works en Mini. Y, sinceramente, estábamos desesperados por un poco de aire fresco alrededor de los coches en el stand, incluido este Countryman, que se presentó hace más de un año.