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Contactada por teléfono en el campo de Nousseirat, en el centro de la Franja de Gaza, Randa Samih, una persona desplazada de la ciudad de Gaza, lucha por contener su emoción. “No puedo creer que esta pesadilla que ha durado más de un año esté empezando a llegar a su fin”, dijo la mujer palestina de 45 años. “Perdimos tanta gente que lo perdimos todo”. “Necesitamos mucho descanso. Tan pronto como comience la tregua, iré al cementerio a visitar a mi hermano y a varios familiares”, añade — © Jehad Alshrafi / keystone-sda.ch