En los pasillos de un hospital de la Franja de Gaza donde se atiende a niños heridos, el doctor Khaled al-Saidani, pediatra palestino, avanza con paso decidido. Sin embargo, le amputaron una pierna tras sufrir una lesión y ahora lleva una prótesis.
“Fui herido por metralla y, como soy diabético, las cosas empeoraron y tuvimos que amputarme la pierna”, dijo a la AFP Khaled al-Saidani entre dos consultas. El médico dice que perdió la pierna derecha durante un ataque aéreo israelí a su casa el año pasado. “Después de esto, comencé a usar una prótesis, lo cual es agotador”, dice. “Pero puedo moverme y caminar”.
Con su estetoscopio alrededor del cuello, Khaled al-Saidani examina cuidadosamente a cada niño, mostrando grandes sonrisas y repartiendo cálidos apretones de manos. Mientras examina a uno de sus jóvenes pacientes, intubado y con las manos vendadas, éste le devuelve la mirada y parece preguntarse qué pasó con la pierna del médico. En el Hospital de los Mártires de Al Aqsa, situado en Deir el Balah, en el centro de la Franja de Gaza, la gran mayoría de los pacientes reciben tratamiento por las heridas causadas por la guerra que dura más de quince meses entre el ejército israelí y los combatientes de Hamás. .
La guerra, desencadenada por el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino a Israel el 7 de octubre de 2023, ha causado estragos entre los cuidadores y en los establecimientos sanitarios. Un informe reciente de un experto de las Naciones Unidas, que cita cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, señala que al menos 1.057 trabajadores sanitarios palestinos han sido asesinados en Gaza desde el inicio de la guerra.
El miércoles, la federación internacional de organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja deploró los “incesantes ataques a instalaciones sanitarias en la Franja de Gaza”, que, añadió, impiden a los habitantes de Gaza acceder a la atención que necesitan. El ejército israelí, que ha atacado periódicamente hospitales en el territorio, afirma que estos edificios son utilizados por el movimiento islamista como bases de retaguardia y que los utiliza para esconder armas o combatientes, lo que Hamás niega.
La mayoría de los 36 hospitales de la Franja de Gaza han quedado fuera de servicio y los que todavía funcionan parcialmente dicen que tienen dificultades para tratar a los pacientes porque carecen de todo. Médicos como Khaled al-Saidani continúan brindando la mejor atención posible al interminable flujo de pacientes. “Aunque la prótesis me cansa, me siento bien trabajando y por eso decidí volver a mi actividad”, explica el doctor Saidani.
Sus pacientes y sus seres queridos elogian los esfuerzos del pediatra, al igual que la madre de Mira Hamid, una joven hospitalizada por una enfermedad renal. “A pesar de la amputación de su pierna, el médico Khaled al-Saidani sigue a sus pacientes y les brinda atención, Dios bendiga su arduo trabajo”, testifica.