Lac des Maristes: un nicho ecológico preservado por los residentes locales

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El Lago Marista es un soplo de aire fresco en medio de los edificios que crecen como setas en el barrio marista. En esta parte de la comuna de Hann Bel Air se realizan varias actividades alrededor de este cuerpo de agua para preservarlo, embelleciendo este sitio con múltiples funciones.

Maristes es uno de los pocos distritos de la capital senegalesa que cuenta con un lago. El lago Maristes, que va desde el parque Hann hasta la estación Edk, es uno de los raros pulmones verdes de Dakar. Rodeado de árboles de casuarina, este sitio es un remanso de paz. Allí el aire es puro. La vegetación hasta donde alcanza la vista y los edificios que crecen cerca crean un entorno especial. Aparte del canto de los pájaros asustados por el ronroneo de los motores y el miasma pútrido que exhala el agua en contacto con las hojas muertas y otros cadáveres de animales, el lugar es ideal para el descanso. Además de árboles y arbustos, pequeños agricultores se han asentado a lo largo del lago ofreciendo una hermosa vista a los transeúntes. Vieux Fall tiene más de setenta años.

Vestido con calzoncillos grises a juego con una camiseta verde, el hombre pasó más de 40 años en este lugar. Descalzo, se desliza entre las plantas explicando cuál es su trabajo. “Estoy aquí desde la época de Abdou Diouf. Produzco muchas verduras orgánicas y trabajo en perfecta colaboración con el agua y los bosques para preservar el lago. Me aseguro de que no talemos los árboles”, explicó.

Fall, productor hortícola durante años, dedica la mayor parte de su tiempo a preservar y restaurar el lago. Este entorno natural es como su segundo hogar. “Me siento como en casa aquí. Me gusta la calma, la frescura de este lago. Todos estos edificios que ves me encontraron aquí. Entonces tengo una conexión con este sitio que lo considero mi hogar”, explicó, recordando que “los árboles de casuarina así como todos los árboles de los alrededores están protegidos por el agua y los bosques. Nos aseguramos de que no lo toquen y alertamos a las autoridades si alguien intenta hacerlo. Además de limpiar el lago y sus alrededores, velar por la preservación de los árboles, especialmente las casuarinas porque son una especie protegida. El papel que me han encomendado las aguas y los bosques es protegerlos”, explicó el septuagenario.

Proliferación de mosquitos Alrededor del lago, la limpieza atrae a los transeúntes. Macetas, árboles y algunos talleres improvisados ​​crean el escenario. Abdoulaye Mbengue es florista. Regadera en mano, lleva años ocupado regando plantas. Al sacar agua del lago, cree que su presencia en el lugar impide que la gente lo convierta en un vertedero de basura.

“Las flores no pueden crecer entre la basura. Por eso nuestra presencia aquí es importante. Además de traer aire fresco gracias a las plantas que se ven, nuestra presencia evita que los residentes arrojen basura allí. Limpiamos todos los lugares”, dijo Abdoulaye Mbengue. Sin embargo, algunos vecinos de la zona aprovechan sus ausencias para tirar cadáveres de animales que son fuente de ciertos olores nauseabundos que desprenden. “Aquí nadie puede tirar basura durante el día.

Pero a veces un olor fétido proveniente del lago molesta nuestras fosas nasales. Esto se debe a los cadáveres de animales que a menudo se arrojan al lago por la noche”, reveló Mbengue. Pape Fall, carpintero y ebanista capacitado, reside cerca del lago desde hace casi 10 años. El joven padre se gana la vida con su taller improvisado. “Hago todo lo posible para no molestar a los residentes locales. Protegemos el lago; porque nadie puede tirar basura allí en nuestra presencia. Todas las mañanas limpio”, confió. A pocos metros, Moustapha Diouf sale de su casa para llegar a su coche. Teléfono en mano, se apresura a irse. Según él, el único inconveniente del lago es la presencia de mosquitos por la noche.

“El lago es la fuente del frescor que sentimos incluso en nuestros hogares. El único problema es que favorece la proliferación de mosquitos. Tenemos que instalar mosquiteros en nuestras ventanas y puertas para evitar las picaduras”, lamentó Diouf. Lac des Maristes es una reserva natural en medio de la ciudad de Dakar. Facilita la atenuación de las temperaturas gracias al cinturón de árboles que producen oxígeno durante el día para gran alegría de las poblaciones locales. Así, alrededor del lago se realizan actividades relacionadas que permiten la limpieza y conservación de este patrimonio natural del que ya no quedan muchos en este país.

María Bernadette SENE

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