La extensión del campo magnético polar.
Normalmente, las auroras boreales ocurren principalmente cerca de los polos magnéticos, donde se concentra más el campo magnético de la Tierra. Sin embargo, en caso de una fuerte tormenta geomagnética, provocada por una poderosa eyección de masa coronal, las partículas cargadas pueden alterar el campo magnético de la Tierra en latitudes mucho más bajas. Esto puede provocar que la aurora boreal aparezca en zonas inusuales, como Francia.
Ya en febrero de 2023, una fuerte tormenta solar permitió observar la aurora boreal hasta Normandía y Hauts-de-France. Con la creciente intensidad de la actividad solar en 2025, estos fenómenos podrían volverse aún más espectaculares y frecuentes.
Un contexto climático y atmosférico favorable
Las condiciones atmosféricas también juegan un papel crucial. En Francia, observar la aurora boreal requiere cielos despejados y poca contaminación lumínica. En invierno, cuando las noches son largas y claras, las posibilidades de ver estas auroras polares aumentan considerablemente. Con el creciente interés por estos fenómenos, muchos entusiastas podrían prepararse para observarlos eligiendo lugares alejados de las grandes ciudades.
Consecuencias y oportunidades científicas.
El aumento de las auroras boreales no es sólo un espectáculo visual; también refleja una intensificación de las perturbaciones geomagnéticas. Estas interrupciones pueden tener impactos en los sistemas eléctricos, los satélites y las comunicaciones. Sin embargo, también ofrecen a los científicos una oportunidad única de estudiar las interacciones entre el Sol y la Tierra.
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