Para medir la solidez del Nuevo Frente Popular (NFP), no hay herramienta más adecuada que un almuerzo con Lucie Castets, candidata de la izquierda a Matignon en el verano de 2024 y correa de transmisión indestructible entre los estados mayores comunistas, ecologistas y “rebeldes”. y socialistas. Y está claro que este martes 7 de enero, a pesar de la lluvia helada en París, el enarque, de 37 años, es todo sonrisas y hasta toma un poco de cuscús.
A pesar de un “dificultad para respirar” del NFP que sería complicado pasar desapercibido, la alta funcionaria prefiere señalar todas estas luces verdes, según ella, en el seno del sindicato de izquierda. ¿No invita a los cuatro socios a una reunión cada semana? Ciertamente… A menudo es un “participación de geometría variable” – los ausentes siempre se equivocan… Sí, pero está especialmente contenta de que una convocatoria “reparar el hospital público y acceder a la atención local”, firmado por los dirigentes del NFP, fue publicado hace apenas unos días, el sábado 4 de enero.
“Dentro del NFP, siempre existirán tensiones entre los partidos, ella analiza. Sólo encontrando ejes programáticos comunes podremos superar esto. » Y por citar, por ejemplo, las dos propuestas legislativas lanzadas por el NFP, sobre la cuota cuidador/paciente y la lucha contra los desiertos médicos, adoptadas por la Asamblea Nacional. Un toque de preocupación, sin embargo, entre Lucie Castets, en vísperas de la declaración de política general de François Bayrou el 14 de enero, y de la moción de censura de principio, que será presentada, durante el proceso, por La France insoumise ( LFI).
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