En Bélgica, la ciudad de Gante, reconocida por sus iniciativas ecológicas, causó una gran controversia al sugerir que sus residentes “comieran sus árboles de Navidad” para evitar el desperdicio. Esta recomendación, publicada en el sitio web del municipio, se inspira en una práctica escandinava que consiste en secar agujas de abeto para elaborar productos alimenticios, como mantequilla para untar.
Sin embargo, la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria (Afsca) condenó enérgicamente esta idea. “No hay garantía de un consumo seguro de árboles de Navidad tanto por parte de humanos como de animales”, advirtió la agencia. Destacó los riesgos relacionados con la probable presencia de pesticidas utilizados para el cultivo de estos árboles.
Productos potencialmente peligrosos
Afsca también advirtió contra la posible presencia de retardantes de llama, productos potencialmente peligrosos: “No saber si los árboles han sido tratados puede tener consecuencias graves, incluso mortales. »
Ante esta advertencia, la ciudad de Gante ha revisado su comunicación. El título original “Cómete tu árbol de Navidad” fue reemplazado por “Los escandinavos se comen sus árboles de Navidad”, suavizando así el incentivo directo para consumir estos árboles. Pese a este cambio, el planteamiento siguió provocando reacciones, entre la diversión y la preocupación.
Bélgica
