En Senegal, el notable aumento de los homicidios plantea la cuestión de la salud mental y su impacto en la seguridad pública. Este problema se pone de relieve según el análisis de la Asociación Senegalesa de Seguimiento y Asistencia a los Enfermos Mentales (ASSAMM), dirigida por Ansoumana Dione.
En un comunicado de prensa publicado el lunes 6 de enero, Ansoumana Dione subraya que “no se trata de un problema de seguridad que nuestras fuerzas de policía o gendarmería puedan resolver, sino más bien una cuestión de salud mental. » Por ello llama al Ministerio de Salud y Acción Social sobre la importancia de fortalecer los servicios psiquiátricos en las estructuras sanitarias regionales. La ausencia de estos servicios, combinada con la falta de personal especializado, el alto costo de la atención y la inaccesibilidad a los medicamentos psicotrópicos, estaría, según él, directamente relacionada con el aumento de los actos violentos perpetrados por personas que luchan contra trastornos mentales.
Para contrarrestar esta preocupante tendencia, Ansoumana Dione insta a las autoridades a implementar una política eficaz destinada a mejorar la atención a los enfermos mentales, contribuyendo así a la prevención de tragedias de este tipo en el futuro. Esta petición se produce en un contexto en el que la creciente atención del público y de los medios de comunicación, según informan nuestros compañeros de Kawtef, pone de relieve la necesidad de una respuesta adaptada por parte de las autoridades públicas.
El informe, transmitido por Kawtef, destaca que sin una intervención rápida, la situación podría seguir deteriorándose, agravada por los problemas sociales y económicos ya existentes.
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