Sidonie, residente de Anderlecht, sufrió un shock al día siguiente del Año Nuevo: su coche, aparcado en la plaza Lemmens, fue encontrado completamente quemado. En una entrevista con nuestros compañeros de Bruzz, nos confió: “Este coche no sólo tenía valor emocional, sino también valor material. No recibiré nada de las compañías de seguros porque no tenía cobertura a todo riesgo”. Devastada, habló de la necesidad de pedir un préstamo para comprar un vehículo nuevo.
Una deslumbrante oleada de solidaridad
Conmovida por esta historia, Tamara De Koninck, ciudadana de Asse, lanzó una campaña de financiación colectiva con el apoyo de la organización sin ánimo de lucro Capital de Bruselas. En menos de tres horas, las donaciones habían superado los 10.000 euros. En menos de 24 horas, esta cantidad se duplicó hasta alcanzar los 20.000 euros, y las aportaciones siguen fluyendo.
Hassan Al Hilou, de la organización sin fines de lucro Capital, pidió que esta solidaridad se extienda a otras víctimas de los incendios de automóviles ocurridos durante la víspera de Año Nuevo. En X (anteriormente Twitter), preguntó: “¿Alguien sabe de otra víctima de Nochevieja cuyo coche se incendió, sin seguro a todo riesgo, y que esté en problemas? Por favor, ponlos en contacto conmigo”.
Para los propietarios de coches quemados, la situación sigue siendo complicada. Se deben pagar tarifas de remolque hasta que los incendios se clasifiquen como asunto penal. A falta de seguro a todo riesgo, los daños no se reembolsarán a menos que se identifique al autor y se le obligue a pagar las reparaciones.