Desde el 1 de enero, la normativa sobre el uso de vales de comida ha evolucionado y se ha vuelto más estricta. Ya no es posible comprar directamente productos no consumibles.
Si bien desde el verano de 2022 era posible pagar la compra de alimentos en el supermercado con vales de comida, ahora ya no es posible, o al menos de manera mucho menos gratuita. La lista ha sido claramente restringida.
A partir de ahora, con los vales de comida sólo se podrán adquirir productos de consumo inmediato, siempre con un límite de 25 euros por día, excepto domingos y festivos.
Los productos no refrigerados (excluidas las bebidas) ya no son elegibles.
Desde esta nueva normativa, que exige que sólo se compren alimentos de consumo inmediato con vales de comida, ya no es posible comprar productos que puedan conservarse a temperatura ambiente.
Así que olvídate de la pasta, el arroz, la harina, el aceite, la bollería, todos los productos que se venden en la sección de alimentación, así como el alcohol. Evidentemente, los productos no alimentarios tampoco pueden acogerse a este método de pago.
No más helados ni carnes y pescados sin procesar
Entre los productos refrigerados, los helados y sorbetes ya no son elegibles. Este también es el caso de las carnes y pescados no procesados. Este es el caso, por ejemplo, del jamón, el tocino, el salami, el salmón ahumado y la trucha, así como de determinadas salchichas.
Sándwiches, ensaladas mixtas, platos preparados, yogures y postres lácteos, bebidas no alcohólicas e incluso pescado o embutidos frescos elaborados siempre podrás pagarlos con tus bonos de comida.
