Tambacounda, 6 ene (APS) – La comunidad de monjes de Notre-Dame de Bàdi en la diócesis de Tambacounda se prepara para celebrar solemnemente, el 26 de enero de 2025, la fundación canónica de su monasterio.
La ceremonia está prevista a partir de las 10 horas en el monasterio de Bàdi, localidad situada en el municipio de Dialakoto, a más de 70 kilómetros de la localidad de Tambacounda.
El evento tendrá lugar en presencia del cardenal Théodore-Adrien Sarr, arzobispo emérito de Dakar y presidente honorario de la comunidad de monjes de Bàdi y de monseñor Paul-Abel Mamba, obispo de la diócesis de Tambacounda, así como de otros obispos de otras regiones de Senegal.
En un comunicado de prensa, la diócesis de Tambacounda explica que “este evento tiene una importancia profundamente espiritual en la medida en que promueve un aspecto central de la vida cristiana, en particular la vida consagrada en la oración, que es un bien común de la Iglesia”.
La instalación de los monjes en una diócesis, en un país, es una gracia para la Iglesia que los acoge, para toda la comunidad pero también para todos los fieles, acogidos en una entrevista a la APS, el obispo de la diócesis de Tambacounda, Pablo-Abel Mamba.
El obispo subrayó que “toda la civilización europea debe su grandeza a la instalación de monjes que moldearon y ayudaron a las poblaciones a formarse y acceder a trabajos y técnicas”.
»Tenemos suerte de tener monjes, es importante que todos puedan valorar la suerte que tenemos, cuando estuve en Ziguinchor postulé durante diez años para tener monjes allí. Tuve que recurrir a monjes de Vietnam, al final por una combinación de circunstancias, el prometedor que debía ayudarme enfermó y murió, por lo que el proyecto no llegó a buen término”, recordó.
»Cuando me trasladaron a Tambacounda, me encontré con monjes que llevaba diez años buscando allí, entonces es una gracia para nuestra diócesis, puede ser fuente de vocación pero de calidad de vida para los cristianos ya que “tienen un lugar de renovación donde puedan ir y reconstruir su fuerza cristiana para poder trabajar”, añadió.
Monseñor Paul-Abel Mamba invitó a todos los cristianos a aprovechar este evento para animar a los monjes. “Hay que animarlos porque esto puede abrir el camino de las vocaciones para el monasterio”, afirmó.
El monasterio de Bàdi, pueblo situado en la comuna de Diacototo (Tambacounda, este) y separado del Parque Nacional Niokolo Koba por el río Gambia, acoge a ocho monjes impulsados por el deseo de perpetuar la tradición centenaria de los monjes y cuya la vida diaria está marcada por la oración, la lectura y el trabajo.
Llamado Notre-Dame, el monasterio está situado en la diócesis de Tambacounda, que abarca las regiones orientales de Tambacounda y Kédougou. Este lugar de contemplación, situado a 60 km de la localidad de Tambacounda, es una nueva fundación afiliada a la Abadía de Sept-Fons, en Francia.
La agricultura, la horticultura y la ganadería son las principales actividades que desarrollan los monjes del monasterio de Badi. Además de los ocho monjes, el lugar es frecuentado por habitantes de los pueblos de Badi y Wassadou, que vienen allí en busca de trabajo.
El hermano Charles, entrevistado por la APS en mayo de 2023, recordó que la oración es la principal actividad de los monjes, apresurándose a añadir: “estamos obligados a trabajar como todos los demás para ganarnos la vida porque el trabajo es un factor importante del equilibrio humano. “Existen estas dos actividades, la oración y el trabajo, además de la lectura y todo lo que conlleva”, especifica el hermano Charles.
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