La alerta la dio a primera hora de la mañana un cuidador. Son alrededor de las 7:15 de la mañana de este jueves 26 de diciembre y la profesional sanitaria, empleada de la residencia de ancianos Hector-Berlioz de Bobigny (Sena-Saint Denis), está haciendo su última ronda. Entra en la habitación de una mujer de 86 años y sorprende a otro residente, desnudo, violándola.
La víctima fue trasladada durante el día a urgencias ginecológicas para realizarle las muestras y exámenes requeridos. “Se ha abierto una investigación por violación”, confirmó este viernes la fiscalía de Bobigny. Fue confiada a la comisaría de Bobigny.
Un “joven” de perfil psicológico inestable
“Bastante agresivo”, el hombre fue “controlado por sus cuidadores” y luego enviado al servicio psiquiátrico del hospital Robert-Ballanger de Bobigny, según informa a Le Parisien el grupo SOS Seniors, propietario de la residencia de ancianos. El acusado se encuentra ahora hospitalizado en un geriátrico, todavía en Ballanger.
“Era un paciente bastante joven, de unos 65 años, que se encontraba allí como alojamiento temporal”, especifica SOS Seniors. No es de extrañar en este establecimiento para personas mayores que acoge periódicamente, a petición de la agencia regional de salud (ARS), a pacientes que salen de una hospitalización psiquiátrica durante algunas noches o algunas semanas.
“Tenemos el expediente médico pero no necesariamente todo el historial”, explica el grupo. De “mutuo acuerdo con la familia”, SOS Seniors rescindió prematuramente el contrato de alojamiento temporal con el demandado. Se suponía que terminaría “a fin de mes” de todos modos.
La víctima regresa a su residencia de ancianos
El residente se encuentra de regreso en el establecimiento. “La cambiaron de habitación y le ofrecieron a su hijo trasladarla a otro de nuestros establecimientos, en Aulnay-sous-Bois, si así lo deseaba”, indica SOS Seniors.
Al sufrir trastornos de conducta “pronunciados”, “no es capaz de verbalizar las cosas”, confiesa una fuente del grupo. Por lo tanto, por el momento no ha podido ser escuchada por los investigadores. “Estamos muy atentos a sus actuaciones pero, por el momento, no hemos observado ninguna alteración en su comportamiento”, añade esta fuente.
La dirección del establecimiento también abrió una unidad psicológica, en particular para la auxiliar de enfermería que escuchó los hechos. “Podrá tomarse el tiempo que necesite”, promete el grupo a nuestro periódico.