lEl 14 de diciembre, por la tarde, los vecinos de una residencia de Parempuyre, en el área metropolitana de Burdeos, salieron corriendo de sus casas: en el aparcamiento, un coche ardía y el fuego se extendió a un porche. Mientras conducían por la cuadra, los residentes se encontraron con un automovilista que se comportaba de manera extraña. Parece admirar el espectáculo, tartamudea en cuanto lo interrogan y desaparece.
Antes de desaparecer en la noche, los residentes observan la matrícula. Este elemento ayudará a los gendarmes a localizar a un sospechoso: un vecino de Saint-André-de-Cubzac de unos cincuenta años, Cédric Peyre, ex cónyuge de uno de los vecinos de Parempuyre. La pareja lleva diez años separada pero los conflictos persisten.
Reconocido en un panel fotográfico por un testigo, Cédric Peyre es puesto bajo custodia policial. Las investigaciones sacan a la luz otros hechos, todavía en la misma residencia. Ya en diciembre de 2022, el coche de su ex había resultado dañado, los neumáticos pinchados y un incendio lo había dañado. La víctima había presentado una denuncia, precisando que sospechaba de su expareja pero la investigación no permitió confundirlo. Luego, en septiembre de 2024, se pincharon los neumáticos de una decena de vehículos de la residencia.
Cuatro años de prisión
Implicado por todos estos daños, Cédric Peyre se opone en bloque a los investigadores. Y mantiene esta posición cuando se encuentra procesado ante el tribunal penal de Burdeos, en el marco de un procedimiento de comparecencia inmediata, el lunes 23 de diciembre.
Este hombre “deprimido”, “frágil”, “solo”, ya condenado en 2019 por actos similares contra otra expareja suya, afirma ser “ajeno a esta serie de acontecimientos”, subraya su abogado, M.mi Quentin Guernigou, quien pidió la absolución.
Presidido por David Meleuc, el tribunal no siguió este camino y excedió las requisiciones al condenarlo a cuatro años de prisión y tres años de seguimiento sociojudicial. Encarcelado tras la audiencia, Cédric Peyre podría apelar.
“Para mi cliente, esta sentencia es un alivio. Durante diez años ha experimentado esta forma de persecución. Se sintió escuchada y comprendida”, reacciona M.mi Félix Molténi, el abogado de la ex del acusado. Estos últimos también tendrán que indemnizar a otros seis residentes que han presentado una demanda civil. Personas “a quienes no conocía y cuyos vehículos atacó porque no sabía cuál era el coche nuevo de su ex”, señala su abogado, M.mi Laury Costes.