En las Halles de Wazemmes, en Lille, reina la emoción esta mañana del 24 de diciembre. Entre colas interminables y un ambiente festivo, los que llegan tarde se apresuran a hacer sus últimas compras antes de Nochevieja. Con pequeños consejos para ahorrar tiempo, todos se organizan para transformar esta carrera contra el tiempo en un momento de convivencia.
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Las compras navideñas el Día D siguen siendo una costumbre muy arraigada: dos de cada tres franceses lo hacen el 24 de diciembre. Y cuando estás comprando comida unas horas antes de la víspera de Año Nuevo, debes esperar tener que lidiar con otros recién llegados. Este martes por la mañana, en las Halles de Wazemmes, en Lille, numerosos clientes hacían cola ante los comerciantes.
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“Siempre es así… Cuando quieres buenos productos, es inevitable.”, sonríe un cliente frente a la panadería. El buen humor de las fiestas navideñas compensa las molestias de las compras de última hora. Y en familia seguimos sonriendo, como señala este abuelo, bolsa de verduras en mano: “Esperamos en la fila. Pero bueno, estuve con mi nieto así que enseguida es más bonito.“
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Otros, menos filosóficos y más estrategas, tienen sus técnicas para ahorrarse unos minutos. “Vinimos a las 9 de la mañana para no hacer cola.”, explica uno. “Hice las compras más importantes a principios de semana.”, especifica otro. “Como éramos cuatro, dividimos los roles.”, dice un tercero. “Todos formaron una pequeña cola. Fue inteligente ahorrar tiempo.“
Ante la afluencia de clientes, los comerciantes también tuvieron que anticiparse. “Llegamos muy temprano esta mañana para comenzar a ordenar. Hicimos todo con antelación: montar el departamento, hacer todos los preparativos”explica un joven carnicero. “Todavía estamos haciendo algunos porque todavía quedan cosas por hacer. Todos nuestros pedidos ya están en la nevera para estar listos cuando lleguen los clientes..”
Al otro lado del cubículo, una mujer parece tener prisa. “Vine a recoger una orden de morcilla blanca. No tuve tiempo de hacerlo ayer. Y esta tarde voy al cine con los peques así que es un poco una carrera… ¡Pero no pasa nada!“
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Frente a la pescadería, a la frutería o al asador… ¡Las colas son una oportunidad para pensar en buenas recetas para la noche! “Con las codornices… ¿Qué tengo planeado?”, Recuerda una mujer de unos sesenta años. “¡Patatas pequeñas, patatas dauphine! Y luego judías verdes porque después tenemos un gran aperitivo.“Algo para disfrutar y complacer a todos los invitados.
Lucie Lascot