Como en los viejos tiempos. Este domingo al mediodía, miles de aficionados del Burdeos se reunirán en el Matmut Atlantique, este estadio ultramoderno pero excéntrico que tantas críticas ha suscitado, como casi todo lo relacionado con el Girondins desde hace años. Este partido de gala de la 32ª final de la Copa de Francia recordará a los más mayores que el club ya ha ganado cuatro veces la prueba, vestigio de un pasado glorioso adornado también con seis títulos nacionales y una final europea.
Pero si había que recordar que los tiempos han cambiado, lo hace el técnico Bruno Irles: “ Rennes es un buen partido de preparación para Locminé. » Locminé, el próximo rival de los bordeleses en el campeonato Nacional 2 a principios de enero, la verdadera prioridad en este momento…
Una institución gravemente enferma
El verano pasado, Godot se llamó Fenway, el nombre del fondo de inversión estadounidense que supuestamente compraría el Girondins a Gérard López, el muy disputado empresario luxemburgués. Todo el mundo lo esperaba, Fenway no llegó, dejando atrás su promesa de 70 millones de euros, casi vital para una empresa sobreendeudada (más de 100 millones de euros). Residente de la Ligue 2 con un estilo de vida indecente, el club fue degradado a la Nacional 2 al final de una serie increíble.
Un recurso provisional dado el contexto, pero tuvo que abandonar su estatus profesional, su centro de formación en el camino y multiplicar las acciones para evitar la liquidación. Un importante plan social supuso la marcha de cerca de 90 empleados, incluidos los de leyendas locales como Patrick Battiston, cuarenta años en la empresa, héroe desafortunado de Sevilla 1982 y directivo dedicado. Los doce restantes se reúnen en las oficinas abandonadas de Haillan, una suntuosa propiedad de una época pasada que el municipio podría recuperar en parte.
A finales de enero, Gérard López volverá a comparecer ante el tribunal comercial. Tendrá que detallar un plan para continuar la actividad durante diez años con el pago de la deuda escalonado, de lo contrario la institución fundada en 1881 desaparecerá. Preguntado por la JDD, no respondió a nuestra solicitud de entrevista.
El resto después de este anuncio.
Una situación deportiva precaria
Fue en… Nacional 3 donde comenzó la temporada en un ambiente caótico. Ante la escasez de jugadores, el Girondins abandonó el primer día. Algunos veteranos como Rio Mavuba (40 años) decidieron entonces volver a ponerse los crampones para evitar lo peor. “Si además hubiésemos perdido el segundo partido, habría sido eliminado de la competición”confiará al ex centrocampista internacional (13 partidos internacionales) antes “pasar el testigo” una vez confirmada la presencia en Nacional 2. Una mano providencial digna de entrar en la historia del club.
Desde entonces, la plantilla se ha reconstruido en torno a jóvenes con una misión, directivos repatriados como el capitán Cédric Yamberé y una atracción improbable: la ex estrella del West Ham y de la selección inglesa Andy Carroll, de 35 años, que no duda en decirlo. que jugar en Burdeos para él “cuesta dinero”pero que no oculta su alegría por marcar dobletes ante Châteaubriant o Saumur “por amor al fútbol y a un gran club francés”. A pesar de este equipo inestable, el equipo, actualmente tercero, aspira a ascender a Nacional lo más rápido posible.
Un ambiente rancio en las gradas
Por si las cosas no fueran ya bastante complicadas, las peñas ultras decidieron poner de su parte. Durante meses, las relaciones entre los históricos Ultramarines (giro sur) y los recién llegados Puerta Norte (giro norte) han sido execrables. El punto culminante fue el partido posterior contra el Guingamp del pasado mes de febrero, que degeneró en fuego de mortero, violencia y heridos en ambos bandos. Los primeros dicen que son atacados, los segundos perjudicados por el club…
Patética, la situación se ha vuelto insostenible, especialmente durante los encuentros fuera de casa, cuando las asociaciones rivales tienen que coexistir en el mismo patio. Las autoridades tomaron la decisión con una prohibición total de viajar hasta nuevo aviso. En cuanto a este partido contra el Rennes, la amenaza de una sesión a puerta cerrada acechaba hasta el fichaje, el 14 de diciembre, de un “pacto de no agresión” bajo los auspicios de la prefectura y la dirección. Esta cosecha de 2024 seguirá siendo una de las más repugnantes en la larga historia de los Girondinos, con la esperanza de que 2025 simplemente no sea la última.