Por último, Lahrichi insistió en la diversificación de las asociaciones de Marruecos con África, los países árabes y, en particular, con los actores económicos emergentes como
. “Marruecos ha sabido ampliar su red diplomática al tiempo que consolida sus alianzas tradicionales, lo que le permite neutralizar las iniciativas hostiles llevadas a cabo por el Frente Polisario y sus partidarios”, concluyó. Esta estrategia de apertura y diversificación, combinada con una diplomacia proactiva, ilustra la transformación de la política exterior marroquí en una palanca central para defender la marroquidad del Sáhara y debilitar las posiciones opuestas.
Diplomacia económica fortalecida
Para esta parte, Hassan Dananeprofesor de laUniversidad Chouaïb Doukkalidestacó el papel crucial de la diplomacia económica en este cambio. Según él, la reorientación estratégica de Marruecos hacia África no sólo ha reforzado sus asociaciones, sino que también ha consolidado el reconocimiento internacional de la marroquidad del Sáhara. “Con la apertura de 30 consulados generales en El Aaiún y Dajla, el 40% de los cuales pertenecen a países africanos, Marruecos envía una señal contundente. Estos establecimientos diplomáticos no son simbólicos, reflejan un apoyo concreto”, afirmó. Danane recordó también los esfuerzos del Reino para desarrollar las provincias del Sur. “El plan de desarrollo lanzado en 2015 ha transformado la región mediante inversiones masivas en infraestructura, salud y educación. Estos logros demuestran que Marruecos actúa por el bienestar de sus ciudadanos”, afirmó.
Los recursos naturales, un argumento falso para el Polisario
En cuanto a la cuestión de los recursos naturales, un punto utilizado a menudo por el Polisario para cuestionar la soberanía marroquí, Abdessamad El Harchicheprofesor universitario, estimó que “los separatistas están aumentando las acciones de lobby, en particular ante la Unión Europea, para denunciar la explotación de los recursos saharianos. Sin embargo, las inversiones marroquíes en la región superan con creces los ingresos generados”, afirmó. También subrayó que la explotación de los recursos del Sahara se rige por un estricto marco legal que integra a las poblaciones locales. “Al contrario de lo que se afirma en los informes sesgados del Polisario, el desarrollo de la región es transparente e inclusivo”, añadió.
Un conflicto en solución
Más allá de las rivalidades regionales, todos los ponentes aseguraron que el conflicto del Sahara podría llegar pronto a su fin. “El reconocimiento del carácter marroquí del Sahara está ganando terreno, incluso entre grandes potencias como Estados Unidos y Francia. Argelia, aislada, ya no tiene medios para apoyar de forma sostenible al Polisario”, declaró Lemfaddel. Este último también subrayó la importancia del plan de autonomía propuesto por Marruecos en 2007. “Este plan representa una respuesta realista y equitativa al conflicto”, afirmó. Sin embargo, señaló que su implementación requeriría importantes ajustes institucionales.
“Habrá que modificar la Constitución para integrar el concepto de autonomía en el marco de la regionalización avanzada“, aclaró. Una revisión que podría incluir también cambios en la organización de los partidos políticos, permitiendo la creación de formaciones regionales. También habrá que pensar en la reintegración de los exiliados de los campos de Tinduf y en la gestión de las milicias armadas del Polisario. “Integrar estas milicias en el ejército marroquí, una institución profesional, es un gran desafío”, explicó, mencionando también la necesidad de apoyo psicosocial y económico a estas poblaciones. Para él, la autonomía no es un fin en sí misma, sino el comienzo de un proceso largo y complejo. “Este será el punto de partida para una paz duradera, que requerirá el establecimiento de mecanismos de gobernanza adecuados y un clima de confianza entre las partes”, concluyó. Por su parte, Danane concluyó que “Marruecos depende ahora de logros concretos y asociaciones estratégicas para defender su soberanía. Este enfoque proactivo deja poco margen de maniobra a sus adversarios”. El resultado del conflicto del Sáhara parece ahora al alcance de la mano, según estos expertos en derecho y relaciones internacionales.
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