En una columna publicada en la red social Branco, antiguo defensor de un proyecto soberanista en Senegal, expresa su desencanto por lo que percibe como una traición a los ideales de este dúo, en particular por su proximidad con Francia.
Branco está indignado por los recientes acontecimientos que conmemoran la masacre de Thiaroye, donde deplora una presencia ostentosa de dignatarios franceses. “Vi, en la conmemoración de la masacre de Thiaroye, cuerpos blancos en grupos […] invitado al Radisson Blu por orden y a expensas de la Oficina del Primer Ministro”escribe. Acusa a las autoridades senegalesas de haber ofrecido una plataforma a los representantes de un pasado colonial opresivo, resucitando, según él, los mecanismos de esclavización bajo la apariencia del arrepentimiento.
La ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente Bassirou Diomaye Faye ya había marcado la pauta, según Branco. Denuncia la presencia de funcionarios franceses a los que asocia con la perpetuación de Françafrique, criticando un acercamiento que considera contradictorio con las promesas soberanistas de la nueva potencia.
Una denuncia contra el sistema monetario y la dependencia
El abogado vuelve también a las promesas incumplidas relativas a la soberanía económica de Senegal, en particular la abolición del franco CFA. Deplora que figuras que sirvieron en el BCEAO, a quienes describe como« institución colonial »siguen ocupando puestos clave bajo el nuevo régimen. Para él, esta inercia ilustra una sumisión persistente a las lógicas heredadas de la época colonial.
Memoria traicionada, soberanía despreciada
Juan Branco habla extensamente de la masacre de los fusileros senegaleses, que considera un punto simbólico de ruptura entre África y Francia. “Los cadáveres de estos fusileros formaron esta frase dirigida a la atención del pueblo africano: estos seres mienten. Ya no debemos creerles, escucharles, sino luchar contra ellos y liberarnos de ellos. » Considera que la presencia francesa durante las conmemoraciones representa un insulto a la memoria de las víctimas.
Para él, la invitación de funcionarios franceses a estas ceremonias demuestra una capitulación moral y política. “Buscar el reconocimiento y la reparación de Francia, ochenta años después, es traicionar su memoria”declara.
Un viaje marcado por el compromiso
Juan Branco recuerda también su propio compromiso con la causa senegalesa. Habla de su arresto en Mauritania, su extradición a Senegal y su encarcelamiento en la prisión de Rebeuss, donde compartió la vida cotidiana de los presos políticos. Estos episodios, afirma, reforzaron su apego a la lucha por la soberanía senegalesa.
En esta columna, el abogado concluye con un mensaje de esperanza, pidiendo a los líderes senegaleses que no olviden los sacrificios hechos por sus predecesores y las batallas libradas por una verdadera independencia. “La sangre de nuestros padres nos une”afirma, al tiempo que lamenta las decisiones tomadas por quienes había defendido con tanto fervor.
Contexto difícil para Juan Branco
Actualmente, Juan Branco se afirma como un decidido opositor del presidente francés Emmanuel Macron, multiplicando las publicaciones críticas contra él en las redes sociales. También menciona, de manera alusiva, una posible candidatura a las elecciones presidenciales francesas previstas para 2027. Además, el abogado se enfrenta a una amenaza de destitución del colegio de abogados, a raíz de las graves acusaciones formuladas en su contra.