Hubo un tiempo en el que todas las niñas, y algunos niños, soñaban con tener una muñeca Bella debajo del árbol. Fundada en 1946 por Salvi Pi y su esposa Lucie en Perpiñán, la fábrica Bella se convirtió rápidamente en el primer fabricante europeo de muñecas.
En veinte años, la fábrica empleó a mil personas y produjo 7.000 muñecas al día. Estas muñecas, conocidas por su calidad y belleza, tenían grandes ojos delineados por largas pestañas y sedoso cabello de nailon.
Bella estaba constantemente innovando, presentando patentes para muñecas que dormían, sonreían, lloraban e incluso caminaban. Lucie Pi, inspirada en los grandes modistos, vistió a las muñecas con vestuarios completos. Las muñecas Bella fueron las estrellas de la Feria del Juguete de París, ganando numerosas medallas. Entre los modelos legendarios encontramos las muñecas “negress” de 1955 y Tressy, la muñeca “modelo” de los años 60, que resistió la invasión de Barbie.
Las estrellas de la época, como Dalida, poseían varias muñecas Bella. Después de que Pi se jubilara, la empresa fue comprada y finalmente cerró en 1984. Santa tuvo que buscar otro proveedor, pero las muñecas Bella siguen siendo un recuerdo preciado para muchos coleccionistas.
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