La marca “¿Quién es el jefe?” se convierte en una fundación de accionistas. El objetivo es preservar los valores de esta empresa responsable de garantizar un precio remunerativo a los agricultores. Tres preguntas para Nicolas Chabanne, residente de Carpentras y cofundador de la marca.
France Bleu Vaucluse: ¿qué tiene de especial una fundación de accionistas?
Nicolas Chabanne: se trata de garantizar que una empresa no pueda revenderse, que no pueda haber una afluencia de fondos o de personas que no tengan las mismas intenciones que las de salida. Con “Quién es el jefe”, están en juego las vidas de más de 3.000 familias de productores, por lo que decidí garantizar que sea, para siempre, una estructura que ayude a los productores y que nunca podrá cambiar de manos. Fue un poco conmovedor para mí porque mis hijos tuvieron que aceptar renunciar a cualquier forma de herencia. Pero es por una buena causa y tenemos que ayudar a nuestros productores.
France Bleu Vaucluse: ¿qué cambiará esto para la marca?
Nicolás Chabanne: nada cambia. Los productos todavía están en las estanterías, los productores todavía reciben ayuda. La fundación incluso reforzará este apoyo porque sabemos que los distribuidores son conscientes de que se trata de un enfoque de consumo. No hay ningún problema financiero, no sale dinero a final de año, ni ganancias ni dividendos. La fundación sólo distribuye dinero a los productores. Por lo tanto, también les proporciona seguridad en términos de intenciones y valores.
France Bleu Vaucluse: ¿quiere servir de modelo para otras empresas?
Nicolas Chabanne: es cierto que son muy pocos los empresarios que toman esta decisión, porque todos estamos centrados en el deseo de hacer fortuna. Pero hoy los tiempos son complicados. Tenemos que compartir el valor, tenemos que compartir la creación de valor. Y vamos a crear un sistema: empresas solidarias. Los empresarios que tomen esta decisión obviamente ganarán menos dinero, tal vez serán menos ricos, pero serán ricos por la acción de ayudar. Por tanto, vamos a invitar a muchos empresarios a seguir este principio. La Patagonia lo hizo, Léa Nature, no muy lejos de nosotros, también lo hizo… Todos tienen que hacerlo. Ya no podemos permitir que, en el mundo actual, unos pocos se queden con todo el valor. Y tenemos confianza. Hemos recibido muchas llamadas desde el anuncio de la creación de la fundación. Los emprendedores nos llaman diciendo: “soy un jefe, tengo una estructura, quiero que le dé sentido a mi vida como emprendedor”. Los tiempos han cambiado, nosotros también debemos cambiar.
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