lo esencial
Agentes del consejo departamental de Alto Garona invadieron este martes la asamblea de cargos electos para oponerse a los 500 recortes de empleos. Sébastien Vincini, el presidente socialista, anuncia que revisará el método manteniendo el objetivo de ahorro fijado.
Latente desde el anuncio de la eliminación de 500 puestos en el consejo departamental el 8 de noviembre, el enfrentamiento directo entre los agentes enojados y el ejecutivo liderado por Sébastien Vincini se produjo este martes por la mañana durante la asamblea de cargos electos. Como era previsible. Se desarrolló en forma de un tenso cara a cara en el anfiteatro invadido por los manifestantes y luego de un largo tiempo de intervención más tranquilo, durante el cual los agentes, a veces con lágrimas en los ojos, describieron su situación. Un momento de crisis nunca antes visto en la historia del Departamento que está dando un giro hacia un rigor presupuestario sin precedentes.
A partir de las 8:30 horas, 300 agentes en huelga, convocados por las intersindicales CGT, SUD, FO y CFDT, se reunieron en la plaza del bulevar de la Marquette. En el interior, en el recinto de la asamblea, Sébastien Vincini inauguró la sesión a las nueve de la mañana. En la agenda: no la eliminación de 500 puestos, que es una decisión del presidente, sino medidas relacionadas, como la jornada laboral.
“Nos estás pisoteando”.
“Aunque la cepilladora Barnier esté suspendida, los ingresos del Departamento no mejoran”, afirmó Sébastien Vincini, recordando la crisis financiera en la que se encuentra la comunidad: pérdida de 253 millones de euros de ingresos en dos años, caída de 25 millones de euros en el Fondo del IVA y gasto social que empieza a subir de nuevo.
Luego, alrededor de las 10:15 horas, los manifestantes, que habían logrado entrar en el edificio, rompieron una puerta e invadieron parte del anfiteatro gritando “¡Vincini dimite!”.
Durante una hora el ambiente es tormentoso. “¿Por qué interrumpir los contratos cuando hay 200 jubilaciones al año?”, dice un manifestante. “¡No hay 500 contratos que terminen!”, responde Sébastien Vincini. “La gente ya firmó el final de su contrato. ¡No llegamos a los 500!” Un sindicalista del Sur va más allá: “ustedes aprovechan la situación para romper con el compromiso histórico de Alto Garona. Hicimos su campaña y hoy nos están pisoteando”.
Tras una breve interrupción, el presidente socialista ofrece el micrófono a quienes quieran explicar su situación. Durante más de dos horas, empleados de bienestar infantil, un psicólogo, un agente del colegio, personal técnico, etc. expresar su consternación. “Soy hija de la asistencia social y quería estar en el campo de batalla” para ayudar a los demás, dice una joven cuyo contrato no fue renovado.
Después de este gran desembalaje, Sébastien Vincini recibió por la tarde a las organizaciones sindicales. Contactado al final del día, anunció un cambio de método (y no una moratoria de los recortes como entendían los sindicatos) manteniendo el rumbo del ahorro fijo y sin invertir la jornada laboral.
Una mayoría política que se ha resquebrajado
Si la gran mayoría de los cargos electos que forman la mayoría departamental de Sébastien Vincini (PS, Générations, PCF, PRG, Place Publique y MRC) votaron este martes a favor de las deliberaciones que acompañan a la eliminación de los 500 puestos contractuales, como la del carta del tiempo de trabajo, no se escucharon todas las voces. En cuanto a los tres electos comunistas que votaron en contra, Inès Goffre-Pedrosa dijo no a las medidas y métodos, refiriéndose al “entrenamiento con la batuta”. Las cuatro Generaciones elegidas, en voz de Christophe Lubac, se abstuvieron. Una funcionaria electa del PS, Zohra El Kouacheri, y Laurianne Masella (MRC) hicieron lo mismo. Del lado de la “minoría”, Caroline Honvault y Marc Péré votaron en contra. Jean-Yves Duclos se abstuvo. En la oposición, Sophie Lamant, Jean-Baptiste de Scorraille, Céline Laurenties, Jean-Marc Dumoulin y Karine Barrière no participaron en la votación.