Este instrumento legislativo permite al gobierno evitar la parálisis administrativa, al obtener la autorización del Parlamento para recaudar impuestos. Por ejemplo, ya se utilizaba en 1979.
(AFP/ALAIN JOCARD)
Con la caída del gobierno de Barnier, el presupuesto para 2025 se está yendo por el desagüe. Sin embargo, el Estado debe funcionar a la espera de que el futuro gobierno forme uno nuevo y que el Parlamento lo vote. El jueves 6 de diciembre, Emmanuel Macron anunció que el nuevo ejecutivo presentará una ley especial “antes de mediados de diciembre en el Parlamento”. Esta herramienta legislativa es poco común, pero ya se ha utilizado para permitir el funcionamiento del aparato estatal en ausencia de la promulgación de un presupuesto el 1 de enero.
• ¿Qué es una “ley especial”?
Es uno de los instrumentos que permite al gobierno evitar la parálisis administrativa si no se puede promulgar un presupuesto estatal antes del 1 de enero. El artículo 47 de la Constitución establece que
“El Gobierno pide urgentemente autorización al Parlamento para recaudar impuestos”
y abre por decreto los gastos necesarios para el funcionamiento del Estado.
La ley orgánica de leyes de finanzas (LOLF) traza dos caminos: pedir a la Asamblea antes del 11 de diciembre que vote la primera parte del proyecto de ley de finanzas (PLF) para 2025, o presentar antes del 19 de diciembre un “proyecto de ley especial” para seguir recaudando impuestos después del 1 de enero, mientras el Parlamento aprueba un proyecto de ley de finanzas real. Por razones relacionadas con la situación política y/o el calendario apretado, Emmanuel Macron parece haberse decidido por la segunda opción.
• ¿Es probable que la adopten?
Sí, porque la ley especial no tiene un carácter político real. En 1979, el gobierno tuvo que recurrir a él tras la censura del presupuesto por parte del Consejo Constitucional (por razones de procedimiento). Y su singular artículo no tenía asperezas.
Es difícil imaginar que un grupo político vaya en contra de una ley que sólo permite funcionar la máquina estatal.
Se trata de una ley que “obviamente votaremos”, afirmó Marine Le Pen (RN). Permitirá “durar de cuatro a seis semanas, a la espera de un nuevo presupuesto”, estimó Éric Coquerel, presidente del comité de Finanzas del LFI.
Este año, sin embargo, el ejecutivo está considerando integrar varios artículos, quizás hasta “cuatro o cinco”, según una fuente gubernamental. En particular, para permitir a Acoss, tesorero de la Seguridad Social, seguir endeudándose en los mercados, para permitir que la Agence France Trésor también lo haga, o incluso para consagrar en la ley las contribuciones del Estado a la UE – impugnadas por la RN – y a las comunidades. .
• ¿Qué permitiría esta ley especial?
Lo mínimo indispensable. Es decir, recaudar impuestos según las escalas del proyecto de presupuesto de 2024, sin las nuevas medidas fiscales previstas en el PLF de 2025 para reducir el déficit.
El gobierno tampoco podrá gastar más que los créditos votados el año pasado.
sin que se haya adoptado un presupuesto real. “Los servicios públicos funcionarán, las empresas podrán funcionar, nuestras obligaciones se cumplirán”, resumió el jueves Emmanuel Macron.
• ¿Qué impacto tiene para el impuesto a la renta?
Este fue uno de los fuertes argumentos del gobierno para tratar de evitar la censura: la ley especial que sólo renueva los impuestos en su versión 2024, no permitiría a priori revaluar la escala del impuesto a la renta. Y 380.000 nuevos hogares estarían sujetos a impuestos sobre el papel, según la OFCE.
¿Podría una modificación de la ley especial resolver el problema? La maniobra conlleva un “riesgo de inconstitucionalidad”, preocupa el Ministerio de Presupuesto, ante la falta de jurisprudencia. Otra solución sería prever la indexación en un nuevo texto presupuestario en 2025, antes de que los hogares en cuestión entren en la categoría imponible. Sin embargo, este proyecto de ley tendrá que ser adoptado.
“Es necesario proteger a los franceses de los aumentos mecánicos de impuestos vinculados a la inflación”, insistió Emmanuel Macron el jueves.
“Se niega a que los franceses paguen la factura de esta censura”
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