En Suiza, casi medio millón de personas están sobreendeudadas. A falta de soluciones adecuadas, la mayoría permanece atrapada en deudas durante toda su vida. Los parlamentarios están trabajando en nuevas medidas, pero el tiempo se acaba para muchos ciudadanos que se encuentran en grandes dificultades.
Bekim, de 42 años, se ahoga en una deuda de 142.000 francos, heredada en particular de sus padres, que no conocían el sistema suizo y que, por ejemplo, nunca habían pagado su seguro médico. A pesar de tener un trabajo estable, le cuesta llegar a fin de mes: “Es muy difícil llegar a fin de mes”, explica el jueves en el programa Temps Presente. “Es muy pesado para mi mujer y mis hijos”.
Carole, de 56 años, ha acumulado una deuda de más de 105.000 francos tras un divorcio. A pesar de estar en quiebra personal, sus deudas se le pegan: “Me gustaría encontrar un trabajo bien remunerado para poder pagarlo antes de jubilarme”, explica. Sin embargo, los empleadores suelen solicitar un extracto de la fiscalía y no lo devuelven cuando se enteran de las cantidades adeudadas.
Sin posibilidad de liquidar deudas.
Estas situaciones no son casos aislados. Según las estimaciones, en Suiza cerca de medio millón de personas están sobreendeudadas, de las cuales sólo entre un 5 y un 10% conseguirán salir a flote, según los especialistas en reducción de deuda entrevistados por Temps Present. A diferencia de otros países europeos, el sistema suizo no prevé la condonación de la deuda.
“En Suiza, cuando estás endeudado o sobreendeudado, no hay salida. Es una prisión perpetua, no podemos aceptarlo”, denuncia Céline Vara, asesora de los Estados Verdes. El diputado electo de Neuchâtel propone, en particular, un nuevo procedimiento que permita la cancelación definitiva de las deudas tras un período de “penitencia” de varios años con embargo de sueldo.
“Es cierto que debemos buscar soluciones, pero debemos encontrar un equilibrio entre la defensa de los intereses de los deudores y los de los acreedores”, matiza Jean-Luc Addor, asesor nacional de la UDC en Valais.
Bajo la Cúpula se están estudiando otros proyectos, como la inclusión de impuestos en el cálculo del mínimo de subsistencia o la posibilidad de obligar a los fondos de salud a renunciar a parte de sus reclamaciones.
Anne Frédérique Widmann
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