Un acuerdo inminente. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llegó este jueves a Montevideo, Uruguay, para la 65ª cumbre del Mercosur, el mercado del sur que reúne a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Las dos partes podrían anunciar el viernes la conclusión del acuerdo de libre comercio discutido desde 1999.
Ursula von der Leyen puso fin al suspenso indicando en X que había llegado allí con la esperanza de ratificar este vasto acuerdo que une a 700 millones de personas. “La meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista”, escribió el alemán, cuya decisión de tomar el avión se hizo oficial poco después de la caída del gobierno de Barnier el miércoles por la noche. Emmanuel Macron respondió reafirmando que el proyecto de acuerdo era “inaceptable tal como está”, indicó el Elíseo. “Seguiremos defendiendo incansablemente nuestra soberanía agrícola”, añadió la presidencia francesa.
Francia se ha vuelto inaudible
Tras esta fase de firma, ya alcanzada en 2019, se abriría un plazo de seis meses para someter el proyecto a votación de los Estados miembros y del Parlamento Europeo. Las últimas rondas de negociaciones se han centrado en la integración del acuerdo de París y un protocolo para prevenir la deforestación. Brasil buscó proteger su industria automotriz. Las negociaciones reabiertas en 2023 ya no se centraron en absoluto en cuestiones agrícolas. Y la Comisión no ha negociado cláusulas espejo que impongan reciprocidad de estándares de producción. Sin embargo, garantiza que se tomen todas las precauciones para evitar la llegada de mercancías que no cumplan las normas sanitarias y medioambientales de la UE.
Ursula von der Leyen estará en París este sábado para la inauguración de Notre-Dame y podrá discutirlo con Emmanuel Macron. Pero en las próximas semanas, además de un gobierno que se haga oír, Francia necesitará que Italia se pronuncie claramente en contra de este acuerdo. El fuerte apoyo de Polonia, Países Bajos o Austria no le permitiría crear una minoría de bloqueo en el escenario, aún hipotético, en el que Bruselas decida burlar la unanimidad. Alemania, España y Portugal quieren concluir finalmente este acuerdo que brindará nuevas oportunidades a la UE y permitirá contrarrestar a China.
Y en Bruselas, la oposición de París es molesta. En el Parlamento Europeo, los cargos electos españoles y alemanes piden a las capitales que no escuchen los argumentos de París “que, con el pretexto de no sacar nada de este acuerdo, quiere impedir todas las ganancias posibles para sus demás socios”, afirma uno de ellos.
Lo que proporciona el acuerdo de libre comercio
¿Cuáles son las disposiciones conocidas del acuerdo? Abarca los automóviles, los productos químicos, el sector farmacéutico, los textiles e incluso los servicios y los mercados públicos con la desaparición gradual de los derechos de aduana sobre el 91% de las exportaciones de la UE y un aumento del crecimiento del 0,1% (0,3% en el mejor de los casos) del PIB de la UE. 2032. Se esperan ahorros de 4 mil millones de euros al año para las empresas europeas.
Pero las disposiciones agrícolas son las más controvertidas, principalmente por la ausencia de cláusulas espejo. El Mercosur podrá exportar 99.000 toneladas adicionales de carne vacuna (con derechos de aduana del 7,5%), 188.000 toneladas de aves, 3,4 millones de toneladas de maíz, 180.000 toneladas de azúcar, 60.000 toneladas de arroz y 45.000 toneladas de miel. En el caso de la carne de vacuno, esto representará el 1,2% del consumo europeo actual y el 1,4% del consumo de pollo. Demasiado marginal, según Bruselas, para tener un impacto severo en los agricultores europeos.
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