El ex empresario Gilbert Gréaux, de 79 años, reconvertido en enólogo y magnetizador, está siendo juzgado por la Sala de lo Penal de Hérault por violaciones y agresiones sexuales cometidas tras sesiones de hipnosis en su finca de Saint-Jean-de-Fos (Hérault).
Gilbert Gréaux, de 79 años, lo repite una y otra vez, “lo siente”y “s’excusa” después de cada testimonio de las veinte mujeres que lo acusan de violación o agresión sexual ante el Tribunal de lo Penal de Hérault. Son unánimes a la hora de denunciar los perversos excesos del hombre que decía ser un talentoso magnetizador.
Sin embargo, continúa, incansablemente, cuestionando los hechos. Las sesiones de masaje ofrecidas en su finca vinícola transformada en habitaciones de huéspedes, en Saint-Jean-de-Fos, estaban destinadas únicamente al bienestar de esta población de pacientes. Sólo escogía mujeres sensibles a las sesiones de hipnosis que ofrecía en el escenario, al final de las comidas borrachas que ofrecía, con su estilo y carisma.
Fue entre 2013 y 2015 -su huida a Estados Unidos, aunque imputado, luego su extradición retrasó el procedimiento- y este ex millonario inmobiliario y pintor no recuerda a ningún denunciante, estando avanzado su inicio de demencia senil. ¿Cómo podrían haberse equivocado todos acerca de sus intenciones?
“Ella puede pensar que la estoy tocando, pero no la estoy tocando”
Lo martilla: no tocó a los pacientes y las imposiciones de sus manos, para “armonizar los chakras”a pocos centímetros de la piel, desprendía un fuerte calor que provocaba confusión.
Mi Iris Christol y Luc Abratkiewicz, en su defensa, también llamaron a un alguacil que llevó a cabo la prueba. Jurado, confirma tras someter a dos empleados a pruebas sin contacto: “sintieron calor, un cosquilleo”dijo al tribunal.
Y cuando una esteticista acusa a Gréaux de violación digital, él todavía le asegura: “Ella puede pensar que la estoy tocando, no la estoy tocando, la sensación es muy fuerte, nunca he puesto mis dedos en ningún lado, jamás”.
Lo suficiente para enfurecer a las partes civiles, que sostenían firmemente que los estaba atacando.
“Y cuando te dije que pararas, ¿te detuviste? ¡No! ¡No hay que lamentarse, no respetaste nuestros cuerpos, eso es denigrarnos!”le grita un maestro, parte civil. Se espera veredicto este jueves por la noche.
France