El Ródano, frontera natural, siempre ha favorecido el asentamiento humano en sus orillas. A lo largo de sus 812 km, conecta los glaciares suizos con el mar Mediterráneo atravesando variados paisajes. Fuente de inspiración para poetas y escritores, incluido Frédéric Mistral, que escribió el famoso Poema del Ródano, no es un río largo y tranquilo pero los Hombres conseguirán domarlo a pesar de las crecidas y espectaculares crecidas. Una historia por descubrir hasta el 3 de noviembre, en el Fuerte Saint-André.
A partir de la Edad Media, será una vía de intercambio de un territorio a otro, entre el mundo mediterráneo y las regiones del norte de Europa, abriendo vastos horizontes a los pontones, mercados y ferias de cada pequeño pueblo situado en sus afueras.
El creciente transporte de mercancías conducirá al desarrollo de centros comerciales estratégicos como Lyon y Beaucaire. Entre Aviñón y Villeneuve se organizarán intercambios comerciales y la sal, bien preciado, será objeto de deseo de los contrabandistas. En la margen derecha, es el origen de la creación del fuerte Saint-André en el siglo XIV, construido sobre el monte Andaon, al pie del cual fluía entonces.
El río sustentó a un centenar de hogares durante la Revolución.
Frente a sus mitos fundacionales nacidos de creencias y leyendas (la Tarasca y otros dragones), los barqueros, impulsados por el fervor religioso, exhibían cruces de la pasión en la proa de sus embarcaciones para protegerla. Al comienzo de la Revolución Francesa, un centenar de familias de Villeneuvois vivían de las actividades fluviales, de las hilanderías de seda, de las fábricas de brandy, del comercio y del transporte.
Para aprovechar el poder del río, se construyeron en sus orillas molinos de barcos para moler cereales y prensar uvas y aceitunas. Hoy en día ya no existen, pero el barrio de Vieux-Moulin conserva su nombre de aquella época. El puente de Saint-Bénézet, los espacios modelados de las islas Piot y Barthelasse, las huellas de la ira del río impetuoso e indomable, los desarrollos de la Compagnie nationale du Rhône forman parte de la memoria colectiva.
A lo largo del recorrido encontrarás paneles, dispositivos audiovisuales, maquetas para manipular e incluso juegos. La exposición, rica en iconografía excepcional y escenografía armoniosa, es un paseo para descubrir este río familiar pero formidable.
Exposición en Fort Saint-André, hasta el 3 de noviembre, todos los días hasta el 30 de septiembre de 10 a 13 y de 14 a 18 horas, del 1 de octubre al 3 de noviembre, de 10 a 13 horas y de 14 a 17 horas. Precio incluido en la entrada. Información en el 04 90 25 45 35 o en www.monuments-nationaux.fr
