Encarnizados combates en el norte de la Franja de Gaza: Noticias

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Encarnizados combates enfrentaron el sábado al ejército israelí contra combatientes de Hamás en el norte de la Franja de Gaza, provocando un nuevo desplazamiento de miles de palestinos.

La guerra, desencadenada por un ataque sin precedentes del movimiento islamista en Israel el 7 de octubre, no ha cesado en todo el territorio palestino y ha suscitado temores de una conflagración en el Líbano.

Las tropas israelíes lanzaron una ofensiva terrestre el 7 de mayo en la ciudad de Rafah (sur), entonces presentada por Israel como el último gran bastión de Hamás.

Pero desde entonces los combates han recuperado intensidad en varias otras regiones, particularmente en el norte.

Desde el jueves, las fuerzas israelíes llevan a cabo una operación en Shujaiya, un barrio oriental de la ciudad de Gaza, donde eliminaron “decenas” de combatientes en 48 horas, afirmó el ejército, informando de “combates cuerpo a cuerpo con terroristas”.

Según la misma fuente, dos soldados murieron y otros dos resultaron gravemente heridos en los combates en el norte de Gaza.

Las ramas armadas de Hamás y su aliado Jihad Islámica indicaron por su parte que estaban combatiendo con las fuerzas israelíes en el sector de Shuyjaïya.

La Defensa Civil palestina informó el viernes de “numerosas muertes” y de la huida de “decenas de miles de civiles”, tras un llamamiento del ejército para evacuar el barrio.

– “Aterrorizado” –

“En las calles, la gente estaba aterrorizada, aterrorizada (…) Todo el mundo abandonaba Shujaiya”, afirma Samah Hajaj, de 42 años. “No sabemos por qué ellos (los soldados israelíes, nota del editor) entraron en Shujaiya, dado que ya habían destruido las casas allí”.

Durante la noche del viernes y el sábado por la mañana, los periodistas de la AFP escucharon explosiones, ataques aéreos y disparos provenientes de esta zona.

También en la ciudad de Gaza, la Defensa Civil dijo que cuatro cadáveres y seis personas heridas habían sido sacadas de los escombros de un edificio alcanzado por un ataque israelí.

En el territorio palestino central, los residentes retiraron los escombros en el campo de refugiados de Maghazi después de un ataque nocturno contra una casa que afectó a un centro médico.

“La farmacia, el departamento de oftalmología y el departamento de urgencias quedaron completamente destruidos”, dijo Tarek Qandeel, director del centro.

Más al sur, según los médicos, cinco cadáveres fueron descubiertos tras un bombardeo de tiendas de campaña de desplazados en el sector de Al-Mawasi, cerca de Rafah.

El ejército continúa sus operaciones en esta última ciudad, fronteriza con Egipto, y dice que ha eliminado a “muchos terroristas” allí.

Los testigos informaron de muertes y heridos entre los desplazados en el campo de Shakush, al oeste de Rafah.

El ataque de Hamás del 7 de octubre en Israel provocó la muerte de 1.195 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.

– 32 hospitales dañados –

Durante el ataque fueron secuestradas 251 personas, de las cuales 116 siguen detenidas en Gaza, de las cuales 42 murieron, según el ejército.

Israel ha prometido destruir a Hamás, en el poder en Gaza desde 2007 y al que considera una organización terrorista, al igual que Estados Unidos y la Unión Europea.

Su ofensiva en la Franja de Gaza ha dejado hasta el momento 37.834 muertos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Gaza liderado por Hamás.

La guerra ha provocado una catástrofe humanitaria en el pequeño y asediado territorio palestino de 2,4 millones de habitantes, más de la mitad de los cuales han sido desplazados: falta agua y alimentos y el sistema sanitario está de rodillas.

Un total de 32 hospitales de los 36 de la Franja de Gaza han resultado dañados desde el 7 de octubre, y de ellos 20 están ahora fuera de servicio, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una responsable de la misión de la UNRWA, Louise Wateridge, calificó el viernes de “desastrosas” las condiciones de vida en el territorio palestino, donde la ayuda humanitaria llega a cuentagotas.

– “Tráelos a casa” –

En Tel Aviv, miles de manifestantes se reunieron el sábado como cada semana para exigir la devolución de los rehenes y protestar contra el primer ministro.

Entre ellos, la ex rehén Noa Argamani, de 26 años, liberada el 8 de junio junto con otros tres cautivos durante una operación del ejército israelí. “Aunque he regresado a casa, no podemos olvidar a los rehenes que todavía están en cautiverio en manos de Hamás, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para traerlos a casa”, afirmó.

En el frente diplomático, Osama Hamdane, alto funcionario de Hamás con base en Beirut, indicó el sábado que las negociaciones para un acuerdo con Israel sobre un alto el fuego y la liberación de rehenes no han conducido a ningún avance.

Dijo que su movimiento había recibido la última propuesta estadounidense de acuerdo sobre un alto el fuego el 24 de junio, pero que no aportaba “nada nuevo”.

Un plan presentado a finales de mayo por el presidente estadounidense Joe Biden, propuesto según él por Israel, hasta ahora sigue siendo letra muerta, cuyos protagonistas se aferran a exigencias intangibles.

Benjamín Netanyahu quiere continuar la guerra hasta la derrota total de Hamás y la liberación de todos los rehenes, mientras el movimiento palestino exige un alto el fuego permanente y una retirada total israelí de Gaza.

Los temores de que el conflicto se extienda al Líbano han aumentado recientemente con una escalada verbal entre Israel y Hezbollah, un aliado de Hamas.

Desde el 7 de octubre, los dos campos han intercambiado disparos casi a diario en la zona fronteriza, y la violencia mortal ha obligado a huir a miles de residentes de ambos lados de la frontera.

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