El Tribunal de Apelación de Bruselas condenó el lunes 2 de diciembre de 2024 al Estado belga por el internamiento forzoso en instituciones de cinco niñas mestizas en el Congo antes de la independencia en 1960, informaAFP.
Al anular la sentencia de primera instancia dictada en 2021, el Tribunal de Apelación de Bruselas consideró que los hechos no estaban prescritos y que estos “secuestros sistemáticos” en función del origen constituido “un crimen contra la humanidad”de conformidad con el derecho internacional aplicable en 1946, después de la Segunda Guerra Mundial.
“Se condena al Estado belga a compensar el daño moral de las cinco mujeres que ahora superan los setenta años”, precisa un comunicado de prensa del tribunal.
Se condena al Estado belga a indemnizarlos con 50.000 euros cada uno, cantidad reclamada en la denuncia presentada en 2020.
La práctica era parte de “la política de segregación racial”
Este juicio fue el primero en Bélgica en poner de relieve la suerte reservada a los mestizos nacidos en las antiguas colonias belgas (Congo, Ruanda, Burundi), cuyo número se estima generalmente en unas 15.000 personas, la mayoría de las cuales no fueron reconocidas por sus derechos. padre, y no debe mezclarse con blancos o africanos.
Las cinco demandantes Léa, Monique, Noëlle, Simone y Marie-José nacieron entre 1945 y 1950 de la relación de un hombre blanco con una mujer negra en la antigua colonia belga, hoy República Democrática del Congo (RDC).
Cuando tenían dos, tres o cuatro años, fueron separados por la fuerza de sus familias maternas y colocados en instituciones religiosas, donde, según dicen, fueron víctimas de malos tratos. Según su defensa, la práctica entraba dentro del ámbito “la política de segregación racial y secuestro establecida por el estado colonial”, y estuvo acompañado por“robo de identidad” de estos niños.
El lunes, el Tribunal de Apelación de Bruselas constató que los cinco denunciantes habían sido “secuestrados de sus respectivas madres, sin su consentimiento, antes de los siete años de edad, por el Estado belga en ejecución de un plan sistemático de búsqueda y secuestro” dirigido a niños de raza mixta “únicamente por sus orígenes”.
Excusas insuficientes
En 2019, el gobierno belga reconoció la “segregación selectiva” sufrido por estas personas mestizas de las ex colonias, y deploró “pérdida de identidad” con la separación de hermanos, incluso en el momento de la repatriación a Bélgica tras la independencia del Congo.
Para los demandantes, estas disculpas no fueron suficientes y deben ir seguidas de una indemnización. Su solicitud de 2020 lamentaba el hecho de que “la ley de reparación tan esperada por las víctimas nunca vio la luz”.
El Estado belga fue la potencia colonial en el Congo durante medio siglo (1908-1960), después de un primer período de ocupación (1885-1908) durante el cual el rey Leopoldo II había hecho de este inmenso país de África Central su propiedad personal.