El 3 de diciembre de 2024 marca una etapa importante en la movilización de las universidades francesas, que enfrentan grandes dificultades para elaborar su presupuesto para 2025. Esta movilización, que comenzó el 21 de noviembre durante una asamblea general de France Universités, llevó a una delegación de presidentes a obtener un voto. cita de emergencia con el Ministro de Educación Superior e Investigación. Durante esta entrevista, los presidentes expresaron su enojo y su incomprensión por un proyecto de ley de finanzas para 2025 cada vez más restringido y que precipita a todas las universidades a una situación extremadamente grave desde el punto de vista financiero.
Aunque las universidades ya han contribuido a los esfuerzos que exige la situación económica del país incurriendo en enormes costes adicionales relacionados con las medidas salariales y los aumentos de los precios de la energía, el gobierno persiste en imponerles, sin financiación, un aumento de los gastos salariales aumentando, entre otras cosas, cosas, su aportación a la cuenta especial de asignación de pensiones.
La única respuesta del ministerio es remitir a todas las universidades a su flujo de caja acumulado (2.500 millones de euros a nivel nacional), que sabemos muy bien que no es dinero inactivo. De hecho, al estar la mayor parte del flujo de caja de un establecimiento garantizado mediante operaciones específicas y contractualizadas, no puede desviarse hacia gastos corrientes como las facturas de electricidad, los salarios del personal universitario y, menos aún, las pensiones.
A falta de una respuesta concreta a esta nueva marcha infranqueable de gastos no compensados, las universidades decidieron, al final de la asamblea general de France Universités el 26 de noviembre, declarar el día 3 de diciembre día de movilización “universitaria” en peligro. .”
Este día debe marcar una etapa sin precedentes de toma de conciencia de la realidad de la situación de las universidades que, sin respuesta, se verán obligadas, para algunas con urgencia, a tomar medidas para reducir sus actividades (reducción de las capacidades de acogida en el momento de la admisión a una licenciatura o a un máster licenciatura, cierre de cursos de formación, cierre de campus universitarios, reducción de la calidad de los servicios, congelación de puestos, aplazamiento de sus inversiones, falta de contratación de estudiantes de doctorado, etc.).
La oficina de France Universités envió una carta al Primer Ministro para alertarlo sobre la crítica situación de las universidades y, más aún, sobre las consecuencias de esta crisis para el futuro de nuestra juventud y de nuestro país.