“Soy huérfano por su culpa”… En la conferencia de Var, el sufrimiento silencioso del hijo de la víctima del feminicidio de Fréjus

“Soy huérfano por su culpa”… En la conferencia de Var, el sufrimiento silencioso del hijo de la víctima del feminicidio de Fréjus
“Soy huérfano por su culpa”… En la conferencia de Var, el sufrimiento silencioso del hijo de la víctima del feminicidio de Fréjus
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En las fotografías en bruto de la escena del crimen tomadas por Identidad Judicial y presentadas ante el Tribunal de lo Penal de Var a principios de semana, detrás del cuerpo sin vida de Iraida M., asesinada a puñaladas por su marido Joao Laurenco Afonso Pires, los jurados pudieron ver que la televisión se había quedado encendida con los dibujos animados que veían Leandro, de 12 años, y Darío, de 6 (los nombres han sido cambiados), en el momento de los hechos. Cruel ilustración del estallido de horror de este domingo cualquiera de febrero de 2021 en Fréjus (lea nuestras ediciones anteriores).

Desde la primera puñalada de Joao a su mujer, el hijo mayor de la víctima tomó de la mano a su hermano pequeño y ambos recorrieron los pasillos de su edificio en la residencia Gaïa en busca de ayuda.

Lo encuentran manchado con la sangre de su madre.

Una vez encontrado, en el tercer piso, Leandro volvió corriendo al departamento familiar en la planta baja, con la esperanza de poder salvar a su madre. En vano. Encontró a su padrastro atacando a Iraida, apuñalándola una y otra vez por la espalda con dos cuchillos después de inmovilizarla contra el fregadero de la cocina. Sólo lanzando un objeto en dirección a Joao –un cuchillo o una piedra según las declaraciones– logró poner fin al ataque.

“Leandro llegó a nuestra casa gritando ‘está matando a mi mamá’recuerda que el joven vecino intervino primero y permitió que arrestaran a Joao. No era la primera vez que había problemas entre ellos, así que esperaba intervenir en un simple conflicto físico”. En cambio, descubrió la escena del crimen.

Una escena que Leandro presenció a su pesar y que su hermano, con seis años, no pudo evitar. “Al salir por la puerta principal para subir a nuestra casa debieron ver cómo atacaban a Iraida” continúa el testigo. Leandro también será encontrado manchado con la sangre de su madre.

“Soy huérfano por su culpa”

De todo esto hoy el joven de 16 años se niega a hablar. Escuchado por videoconferencia desde la zona de Toulon, donde vive con su hermano en una residencia, Leandro sólo quiere una cosa: que su ex suegro “ser condenado por lo que hizo”. “Ahora me encuentro huérfano por culpa de él. Tengo que crecer más rápido que los demás. Mi hermano pequeño sólo me tiene a mí… Es complicado no tener una madre”.

Digno y silencioso en su sufrimiento, Leandro es “impresionante resiliencia” según el psiquiatra que tuvo que valorarlo. “Siente un fuerte sentimiento de culpa por no haber encontrado ayuda lo suficientemente rápido para salvar a su madre. Es demasiado pronto para comentar el impacto de todo esto en su personalidad, pero muestra cierta inmadurez.

“Su hermano pequeño dice que solo lo tiene a él.especifica el administrador ad hoc Bruno Dani. Y Leandro dice que tiene que triunfar para Darío. Estamos haciendo que un niño de 16 años cargue con una responsabilidad que muchos adultos no cargan. Y consigue seguir adelante a pesar de todo”.

A pesar de estos destellos del 7 de febrero de 2021 que todavía hoy me vienen a la mente. En color. Rojo sangre.

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