En el aeropuerto de París Orly, las nuevas normas relativas a la ampliación de la línea 14 han cogido por sorpresa a muchos viajeros, en particular a los argelinos procedentes de Francia, muchos de los cuales pasan por este aeropuerto en sus viajes hacia y desde Argelia.
El pasado 24 de junio se inauguró esta esperada ampliación de la línea 14, que promete conectar Orly con Châtelet-Les Halles en sólo veinticinco minutos, un importante paso adelante para facilitar los viajes entre el centro de París y el aeropuerto.
Sin embargo, según Le Parisien, desde el primer día los viajeros se encontraron con una novedad inesperada: la obligación de disponer de un billete digital específico con un precio de 10,30 euros para acceder a las terminales de Orly a través de la línea 14. Si bien esta conexión está incluida en los abonos Navigo , los usuarios ocasionales, a menudo numerosos entre los argelinos residentes en Francia, han tenido que afrontar costes adicionales imprevistos. Esta nueva tarifa sólo debe adquirirse en formato electrónico a través de un teléfono inteligente o con un Easy Pass recargable, lo que ha planteado un problema para varios viajeros acostumbrados a los billetes tradicionales en papel.
La confusión era palpable entre los pasajeros. Mario y Silvana, que partían hacia Roma después de una semana de vacaciones en París, descubrieron a bordo de la línea 14 que sus habituales billetes t+ no eran válidos para acceder a Orly. “Nadie nos lo dijo”, se lamentó Mario al darse cuenta de que tendrían que comprar costosos boletos digitales adicionales para continuar su viaje. Esta situación fue la misma para muchos otros viajeros, entre ellos Karim, un turista argelino en tránsito en París, que no fue informado de esta nueva exigencia antes de su llegada a Orly.
Frente a las puertas de acceso a la terminal, rápidamente se formaron colas, lo que exacerbó las frustraciones de los viajeros tomados desprevenidos. Aunque se instalaron tres máquinas para comprar los nuevos billetes digitales, esto no fue suficiente para evitar cuellos de botella. Los asesores de Île-de-France Mobilités (IDFM) presentes en el lugar intentaron tranquilizar y ayudar a los viajeros extraviados, reconociendo las dificultades encontradas en este primer día de aplicación de la nueva normativa.
Sofía, vecina de Bagneux y que trabaja en Milán, fue una de las pocas avisadas gracias a un correo electrónico recibido esa misma mañana. “Lo sé por mi correo electrónico, pero creo que 10,30 euros es un precio elevado. Para los extranjeros, este nuevo procedimiento es particularmente difícil de gestionar”, comentó. Consiguió comprar su billete a través de una aplicación móvil, después de haber configurado su perfil y su método de pago, un paso laborioso para quienes no están familiarizados con las tecnologías francesas.
Los argelinos en Francia, que utilizan frecuentemente Orly para sus viajes a Argelia, se enfrentan, por tanto, a esta nueva realidad. Aunque la ampliación de la línea 14 ofrece innegables beneficios en términos de tiempos de viaje, la repentina introducción de esta nueva tarifa digital marcó un cambio significativo en los hábitos de viaje. Para los próximos días, una mejor comunicación y soluciones más accesibles para los viajeros ocasionales serán fundamentales para evitar los inconvenientes encontrados durante este primer día.
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