¿Cómo nos tratarían sin médicos extranjeros? Alrededor del 30% de los profesionales sanitarios radicados en Indre y Cher han validado su título fuera de Francia. Este es el caso de Alina y Alexandru Ichim, dos dentistas nacidos en Moldavia y que estudiaron en Rumanía. Desde mayo, hacen las delicias de los habitantes de Luçay-le-Mâle, cerca de Valençay.
Este miércoles firmaron oficialmente su acuerdo de asistencia a la instalación. Con una sonrisa en sus rostros, le muestran el consultorio dental con equipos de última generación. “Nos gustan mucho las regiones tranquilas y tranquilas. Nos dijimos que era bueno instalarnos en una región donde nos necesitan. El alcalde nos dijo que somos joyas muy raras”.Alexandru Ichim estaba divertido.
Una lista de espera interminable para conseguir una cita
El departamento de Indre ha liberado 30.000 euros para facilitar su llegada al lugar. Después de una experiencia en París y más de dos en Alta Saboya, la pareja de dentistas se instaló en Luçay-le-Mâle hace seis meses. Y desde entonces, las reuniones se han ido sucediendo una tras otra. Tampoco hay plaza antes de finales de febrero.. “Fui allí apenas llegaron y me pusieron en lista de espera. Hay 400 personas delante de mí, así que tengo que esperar”.testifica Anne, que vive en el pueblo de 1.300 habitantes. “Llamamos pero muchas veces no nos dan fecha de cita y no nos vuelven a contactar”lamenta Chantal.
Esto ilustra perfectamente el desierto médico en el que se encuentra Indre. Incluso podemos hablar de angustia médica. Algunos pierden la paciencia, exasperados por no tener cita. “Hay gente que se enfada verbal o físicamente”denuncia el alcalde Bruno Taillandier. Escribió unas líneas en el último boletín municipal para expresar su emoción y llamar al orden a los autores de incivilidades. “Estos dentistas vienen a ayudarnos en el mundo rural. Tenemos un reconocimiento real y tenemos que respetar a esta gente”insiste el funcionario electo. Anuncia la instalación de cámaras de videovigilancia en el acceso a la oficina.
Cinco años de presencia garantizada en Luçay-le-Mâle
Sin embargo, las tensiones han disminuido en las últimas semanas. Y Alexandru y Alina Ichim no guardan rencor. Acordaron quedarse cinco años en Luçay-le-Mâle. También deben reembolsar los 300.000 euros adelantados por el ayuntamiento para financiar el equipamiento de la consulta dental. “También podríamos seguir invirtiendo para ofrecer una atención de muy alta calidad. Los residentes aquí merecen recibir la misma atención que los que viven en París”.prosiguió Alexandru Ichim.
El alcalde del pequeño pueblo cercano a Valençay mide su suerte con la posibilidad de contar con estos dentistas. “Los primeros tres meses atendieron las urgencias al 90%. Hay gente que vino de Loches, de La Châtre, gente que no ha ido al dentista desde hace 10 años y que se encuentra con patologías, es un desastre”.lamenta Bruno Taillandier.
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