El día después de que Michel Barnier hablara sobre TF1, las tasas de endeudamiento a 10 años de Francia excedieron temporalmente las de Grecia, el país más endeudado de la Unión Europea.
“Quiero decirles a los franceses que el momento es muy grave”. Este martes por la tarde en TF1, Michel Barnier advirtió al país y a la oposición en el Parlamento. Una posible censura por parte del gobierno sobre la votación del Presupuesto llevaría a Francia a una espiral muy peligrosa a nivel financiero.
“Habrá una tormenta, una situación financiera bastante grave”, insistió el Primer Ministro, recordando que Francia ya se endeudaba a tipos muy altos en los mercados “casi al nivel de Grecia”.
Una afirmación que no se corresponde con la realidad, ya que esta mañana el tipo de interés de los bonos franceses superó incluso al de Grecia. Y no sobre el bono a 5 años como en septiembre pasado, sino sobre el tipo a 10 años, el que sirve de referencia para medir el desparramar con los Estados.
Entre las 9.00 y las 10.00 horas de esta mañana, el “a 10 años francés” subió hasta el 3,045%, mientras que al mismo tiempo el “a 10 años griego” no superó el 3,04%. Desde entonces, el rendimiento del bono francés ha caído por debajo del del bono griego, pero incluso este exceso temporal refleja una preocupación rara vez vista en los mercados por la situación francesa.
La prima de riesgo del bono francés es, por tanto, más o menos para los inversores igual a la de Grecia, el país que tiene la relación deuda/PIB más alta de Europa (160% del PIB).
Francia en cola de pelotón
Peor aún, el “décimo año francés” es ahora más alto que la tasa de casi todos los países que los anglosajones apodaron peyorativamente PIIGS a principios de la década de 2010, a saber, Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España.
La tasa portuguesa está actualmente por debajo del 2,7%, la irlandesa por debajo del 2,5% y la española por debajo del 2,9%. Sólo Italia está peor que Francia, con una tasa de endeudamiento a 10 años superior al 3,4%.
En cuanto al diferencial con Alemania, que ya se encuentra en su nivel más alto desde 2012, sigue aumentando. Este miércoles por la mañana se acerca a los 90 puntos básicos (0,9%) tras cerrar el martes por la noche en 84.
Las causas del colapso francés son conocidas. Más que los déficits públicos o la relación deuda/PIB, lo que los inversores juzgan con dureza es la inestabilidad política.
“La situación política francesa plantea un problema” y “con la presión que el RN ejerce sobre el Gobierno”, una “moción de censura parece ser un resultado cada vez más probable para los mercados”, explica Aurélien Buffaut, gestor de bonos de Delubac AM.
Con una incógnita que les preocupa especialmente: el coste de los compromisos que el Primer Ministro tendrá que hacer para evitar la censura y que corren el riesgo de hacer que Francia se desvíe de su trayectoria deficitaria.
Sobre todo porque el momento es especialmente inoportuno para el país, como explica Marine Mazet, estratega de tipos de Nomura.
Si el Gobierno cae a finales de diciembre, “la inestabilidad política y fiscal se agravará en un momento en el que habrá poca liquidez en los mercados, lo que podría dar lugar a movimientos exacerbados”, explica el estratega.
Sólo quedan unos días para evitar “la tormenta”.